El escritor Emilio Calderón compara Lorca con Hiroshima y Nagasaki y denuncia que a raíz de los seísmos esté "olvidada"

No descarta en un futuro escribir sobre lo acontecido en Lorca pero confiesa que en su interior aún abunda un cierto temor

El escritor malagueño Emilio Calderón, finalista en 2009 del Premio Planeta con su novela 'La bailarina y el inglés', ha criticado que Lorca "esté un poco olvidada" como consecuencia de los devastadores terremotos del 11 de mayo.

En una entrevista concedida a Europa Press con motivo de la presentación de su última obra, 'Los sauces de Hiroshima', enmarcada en el Japón de los últimos días de la II Guerra Mundial y que tiene como hilo conductor el asesinato de unos 'atomizados', personas que sufrieron las secuelas de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, el también historiador y editor ha destacado que en una escala son comparables los escenarios de estas dos ciudades japonesas con el que los seísmos dejaron en Lorca.

En su opinión, "hay un punto de comparación por cuanto el resto de España desconoce cuáles han sido las verdaderas consecuencias del terremoto en Lorca"; una situación similar a la que ocurrió en Japón, donde la gente "no adquirió conciencia de lo que había pasado en sendas ciudades hasta años después, ya que los norteamericanos pusieron freno a que se divulgaran noticias sobre lo ocurrido allí".

Trasladado a Lorca, ocurrió "algo parecido", porque "en las primeras semanas se habló mucho y luego se ha ido perdiendo el interés por lo ocurrido" hasta el máximo, ha admitido, que "lo que poca gente sabe en España es que son ciertos los edificios derribados, decenas los comercios que han tenido que cerrar y miles de personas las que se han quedado sin casa, viviendo en una situación de desesperanza, ya que las ayudas están tardando mucho en llegar".

Por todo ello, Calderón considera que "hay un punto en que dentro de una escala se puede comparar por cuanto que Lorca, como ocurrió en Hiroshima y Nagasaki, está un poco olvidada".

En esta línea, ha afirmado que no descarta en un futuro escribir sobre lo acontecido en Lorca a raíz de los terremotos del 11 de mayo, aunque ha confesado que en su interior aún abunda un cierto temor, ya que tiene que "interiorizar lo que pasó".

Calderón, que fue testigo de los terremotos al encontrarse en ese momento en la biblioteca municipal de Lorca, ha reconocido que cuando se encuentra en dicha localidad está "con miedo".

"Vi como las paredes de la biblioteca se abrían y crujían", ha relatado en una entrevista concedida a Europa Press. Precisamente, Calderón es otro de los muchos afectados por los terremotos, al compartir una vivienda con su mujer, natural de Lorca.

De hecho, asegura que la casa donde vivía "se iba deteriorando y donde había una grieta de 5 cm se convirtió de pronto en una de 30", por lo que sus sentimientos están dirigidos, fundamentalmente, a "interiorizar todo lo que he experimentando en Lorca para poder reflejarlo después en un libro".

No obstante, los aficionados a las obras de Calderón aún tendrán que esperar para poder ver este proyecto dedicado a Lorca, puesto que se teme Calderón que al ser la reconstrucción "lenta", su propia reconstrucción interior también lo será. "Posiblemente acabe escribiendo algo, pero necesito que las cosas reposen y quitarme ciertos temores que me invaden", ha declarado. '

Los sauces de hiroshima'

Calderón se encuentra precisamente este viernes en Lorca con motivo de la presentación oficial que hará de su última obra, 'Los sauces de Hiroshima', con la que cierra su denominada trilogía asiática.

Tras 'El Judio de Shangai', ambientado en China y que le valió del premio Fernando Lara en 2008, y 'La bailarina y el inglés', trasladada a China y finalista del Premio Planeta en 2009, llega ahora este ultimo trabajo, definido por el propio autor como una novela "de corte actual, vestida de género de policiaco, donde hay crímenes".

El escritor estará este sábado en El Corte Inglés de Murcia para firmar ejemplares de este último trabajo, cuya presentación oficial en todo el país será este viernes en Lorca.

'Los sauces de Hiroshima' narra la muerte de ocho 'atomizados', supervivientes del holocausto nuclear, que son asesinados en un tren. Un policía se encargará de la investigación para tratar de averiguar "quién puede querer matar a personas que desde el punto de vista social ya están muertas", comenta Calderón.

Precisamente, explica que cuando ocurre la tragedia de las bombas nucleares, la primera consecuencia para los supervivientes es que "son estigmatizados, rechazados por la propia sociedad japonesa, ya que se consideran enfermos, contagiosos".

El punto de arranque de la novela comienza con este caso, que se resolverá 15 años más tarde, de manera que no es una novela "convencional" cuya trama se averigüe en un mes o 15 días, sino que tendrán que pasar más de 10 años para que este policía "dé por fin con la resolución de los crímenes del expreso 'Golondrina', el tren donde aparecen muertos estos atomizados".

Calderón, que ha demostrado desde muy pequeño el interés por el continente asiático puesto que su padre se dedicaba a la compra-venta de antigüedades y viajaba a Asia, ha subrayado que tanto en su primer como segundo trabajo detectó que la imagen de los japoneses "era terrible en el continente asiático, el equivalente a los nazis en Europa".

Se preguntó, por ello, "la posibilidad de que existiera un pueblo que fuera intrínsecamente malvado", lo que le impulsó a interesarse por la cultura japonesa, descubriendo que los habitantes de esta tierra "tienen luces y sombras y cometieron verdaderas atrocidades en el continente asiático".

Al mismo tiempo fueron víctimas de bombardeos "indiscriminados", utilizando la energía nuclear "contra víctimas civiles, siendo la primera vez que ocurría en la historia".

De ahí que esta novela combine tintes ficticios pero con "muchos" elementos reales, incluso personajes que llegaron a existir y que el autor menciona en su obra, cuya idea surge cuando comienza a leer la historia de Japón y observa una clase social "marginada", preguntándose, entonces, cómo es posible que un pueblo "supuestamente civilizado donde ha sido arrojada una bomba nuclear la respuesta que tenga ante los supervivientes sea marginarlos". "Me parece lo mayor que puede pasarte dentro de las injusticias", ha lamentado.

Y es que, ha explicado, "a estos atomizados les prohíben inscribir sus nombres en estas agencias matrimoniales y cuando una persona se va a casar con alguien natural de Hiroshima o Nagasaki se contrata a un investigador privado para que busque antecedentes de las familias por si son supervivientes de la bomba y pudieran contagiar a hijos".

De ahí que esta novela sea un grito a la reivindicación de la situación "terrible" que viven estas personas, víctimas del holocausto nuclear.

Próximo trabajo, EN 2012

Para concluir, Calderón ha avanzado que tiene algo terminada, una novela, en este caso, ambientada en Madrid en la época actual y que tiene como epicentro la Biblioteca Nacional, lugar donde este escritor suele trabajar y redactar sus obras.

En este trabajo se habla principalmente de libros, en concreto uno de ellos que contiene un misterio y donde habrá una persona que por amor tendrá que ir a la Biblioteca a resolverlo. "Una trama compleja pero también actual, ambientada en la actualidad aunque muchos de los libros que se encontrará en la Biblioteca son antiguos que hablan de la historia misma de la Biblioteca", ha adelantado.

Una obra que, según ha vaticinado, la presentará el próximo año, coincidiendo en el III Centenario de la Fundación de la Biblioteca, aunque aún no tiene una fecha concreta.

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