Más de 200 personas se han concentrado este mediodía ante el Ayuntamiento de Girona para mostrar su rechazo, con un minuto de silencio, al homicidio de una niña de 18 meses a manos de su padre, que la degolló y después la decapitó.

El alcalde, Carles Puigdemont, ha afirmado que Girona "está consternada por este acto monstruoso" y que se está volcando para expresar el respaldo a la familia de la pequeña, especialmente a la madre y la hermana, por un hecho que ha dejado a los ciudadanos estremecidos.

"Queremos expresarles la solidaridad y todo el afecto y calor que en estas horas trágicas, difíciles y horrorosas, que difícilmente borraremos de la memoria, necesitan sentir por parte de los ciudadanos", ha expuesto en el pequeño discurso que ha dado paso al minuto de silencio.

Al acto han asistido representantes del Ayuntamiento, de la Generalitat, de la Subdelegación del Gobierno, de las fuerzas de seguridad e incluso de los centros escolares dónde estudiaban las hermanas, que estaban escolarizadas en la ciudad, aunque no ha trascendido por qué el día de los hechos no fueron a clase.

"También deseamos que la justicia haga su trabajo con la máxima contundencia y rigor", ha expuesto Puigdemont.

El detenido continúa en comisaría pendiente de pasar a disposición judicial en las próximas horas, mientras que la madre y la hermana de la víctima están en Barcelona en casa de los abuelos.

Parricida detenido

Los Mossos d'Esquadra detuvieron este mismo jueves al padre por presuntamente haber decapitado a su hija de 18 meses en su casa del número 8 de la calle Oviedo de Girona en presencia de su otra hija de seis, porque, según manifestó él mismo, se lo había ordenado el demonio.

Una patrulla arrestó a Marcelo R.O., colombiano de 34 años con nacionalidad española, en el mismo domicilio, al acudir tras recibir la alerta, y encontraron el cadáver de la menor.

La madre de la niña estaba fuera de casa cuando sucedió el crimen, según confirmaron a Europa Press fuentes cercanas al caso, mientras que la hermana estaba viendo la televisión cuando llegó la policía.

De hecho fue una patrulla de proximidad de la Policía Local quien se hizo cargo de la hermana en un primer momento, mientras la madre fue atendida en el Centro de Intervención Especializada de Salt (Girona).