Marta Etura acaba de estrenar Mientras duermes y ahora está orgullosa de Eva, donde encarna a una enigmática madre en un futuro lleno de tiernos robots.

¿Qué pensó al leer el guión?

Me provocó muchas dudas, porque estaba lleno de agujeros. Sin embargo, era valiente: una película futurista hecha en España, un director principiante... Pero, pese a todo, existía la incertidumbre de no terminar de entender el pasado de los personajes. Sin embargo, el resultado final lo soluciona todo a la perfección.

Y con personajes muy tristes...

Es cierto, aunque mi personaje, al menos, lleva a cabo su proyecto de vida. Se han visto muchos triángulos amorosos en el cine, pero a la gente le siguen gustando si ofreces algo nuevo y narras bien esas dificultades humanas.

Es verdad: una película de robots, pero llena de humanidad.

El futuro es el marco, pero lo que de verdad importa son las historias de amor de la película. Entre hermanos, entre antiguos amantes, entre madre e hija... Hay mucho amor y relaciones difíciles, pero en un lugar muy especial: nevado, precioso y con androides.

¿Cómo vender 'Eva' al público?

Jamás se ha hecho en España una película así: futurista, con robots... Los americanos tienen mucho dinero, pero sus historias pocas veces tienen corazón. A nosotros nos pasa lo contrario: donde no llegan los euros llega la sensibilidad, la creatividad o el amor. Eva es una película redonda en la que hay de todo: emoción, intriga y una dirección impecable.

Hablando del futuro... ¿Cómo ve a los humanos en 30 años?

¡Qué complicado! Siempre ha habido crisis en la historia: se entra en ellas, se sale... Pero no soy nada pesimista. Como siempre, habrá gente que luche por construir, por crear, y otros que quieran lo contrario.

¿Cómo lleva usted ser actriz?

Amo esta profesión, me hace feliz y es lo que siempre he querido, pero exige sacrificios: yo empecé dejando a mi familia en San Sebastián para venirme a Madrid, y después... viajas mucho, estás lejos de los tuyos y de tu casa... Además, es algo muy irregular. Dependes de que te llamen otros, de encajar en los personajes, y tienes que saber administrarte: hay años en los que ganas mucho y otros muy poco.

¿Qué aprendió en estos años?

Mucho, sobre todo de mí. Un actor trabaja con sus emociones, su cuerpo y sus sentimientos... Tú eres tu herramienta. También aprendo de la conducta humana, has de justificar y entender a tus personajes... Actuar tiene mucho que ver con la psicología.

Nació en San Sebastián en 1978. Ha ganado un Goya y fue candidata otras tres veces.