El Barça no prolongó en la tabla su tropiezo del pasado sábado en el Camp Nou ante el Sevilla (0-0) y recuperó la verticalidad titubeando en Granada y ganando tres puntos más psicológicos que futbolísticos gracias al talento de Xavi, que certificó un espeso triunfo ante un rival que acabó con nueve y que despidió el encuentro asustando, aunque sin disparar a puerta en los 90 minutos (0-1).

Guardiola dio la alternativa a Isaac Cuenca en la punta de ataque, junto a Pedro y Messi y en detrimento de Villa, y mantuvo a Mascherano y Abidal como centrales. A Iniesta le tocó descansar y a Fábregas, figurar. Aún así, poco tuvieron que apretar todos ellos para hacerse con el zurrón, pese a que la sensación resultante es de falta de frescura e intención. Como de equipo resentido.

El Barça fue el único dominador del juego y las ocasiones, con Messi como mayor estilete de inicio. El argentino se dejó ver desde los primeros minutos con tres jugadas casi consecutivas y pudo ser el autor del primer tanto con un disparo con la zurda que besó el poste derecho de Roberto, superado el primer cuarto de hora.

También lo intentó Pedro, voluntarioso como siempre aunque sin la gracia de otros años. El canario avisó por dos veces en un remate de cabeza cruzado al saque de un córner y un disparo lejano y alto que no encontró puerta. Esfuerzo al limbo.

Quien sigue incontestable es Xavi partido tras partido. Director y jefe de operaciones culé, encontró la forma de abrir el marcador a trece minutos del descanso con un fabuloso lanzamiento de falta desde el borde del área en el que Roberto, si bien es cierto, pudo haber hecho algo más. Rosquita templada para encarar el vestuario con calma y engalanar sus 392 partidos como azulgrana en la Liga (supera a Migueli).

La segunda parte no cambió el guión e incluso se puso más de cara para los azulgrana con la expulsión de Jaime, que vio la segunda amarilla al elevar demasiado la pierna sobre la cara de Maxwell.

Aún así, la alegría duro poco, pues en la siguiente jugada Pedro se vio obligado a ser sustituido por Villa al torcerse bruscamente el tobillo izquierdo. La primera exploración descartó una lesión ósea, aunque este miércoles se le harán más pruebas. Apunta a dos semanas de baja por un problema en los tendones.

Se normalizó el 'tempo' de juego y el Barça parecía decidido a finiquitar el partido. Messi, desaparecido y apagado todo el choque, pudo lograr el segundo tanto con una leve vaselina sobre Roberto, pero Mainz llegó a despejar sobre la línea de gol. Y Cuenca, minutos después, tuvo a tiro la gloria en su debut en otro mano a mano, pero el guardameta gallego logró despejar con las piernas.

Guardiola se preocupó entonces y puso en juego a Iniesta por Fábregas, casi a la par del fuera de juego inexistente señalado por Muñiz Fernández sobre Geijo cuando se disponía a encarar a Valdés.

No hubo una velocidad más por parte de los culés y el encuentro se perdió en el sopor del toque sin maldad, aunque Villa tuvo un par de disparos para ampliar la renta.

Ya en el tiempo de descuento, Dani Benítez vio su segunda amarilla, después de que el árbitro señalara un fuera de juego al límite, y el misticismo reinante ante un nuevo tropiezo del Barça se fue al traste. Final descafeinado. Partido gris.

0 - Granada: Roberto, Nyom, Siqueira, Mainz, Íñigo López, Fran Rico (Mollo, m.79), Mikel Rico, Abel Gómez, Jaime, Dani Benítez y Uche (Geijo, m.63)

1 - Barcelona: Valdés, Alves, Maxwell, Mascherano, Abidal, Busquets, Xavi (Keita, m.83), Cesc (Iniesta, m.71), Pedro (Villa, m.55), Cuenca y Messi

Goles: 0-1, (m.32): Xavi

Árbitro: Muñiz Fernández (Asturiano). Expulsó por doble tarjeta amarilla a los locales Jaime (m.53) y Dani Benítez (m.90). También mostró cartulina amarilla a los locales Uche, Fran Rico y Nyom, y a los visitantes Alves, Busquet, Cuenca y Keita.

Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de Liga en Primera división disputado en Los Cármenes ante más de 22.000 espectadores, prácticamente lleno.