El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado que retocará "al menos" el impuesto de patrimonio para gravar las rentas más altas y un impuesto para los bancos, según ha explicado en una entrevista en la cadena Ser.

Rubalcaba espera recaudar unos 1.400 millones de euros en la modificación del impuesto patrimonial y más de 1.000 millones de euros en el nuevo tributo bancario. El exministro del Interior ha anunciado que estos 2.500 millones de euros irán destinados a mejorar el empleo, en lo que él ha calificado como "keynesianismo laboral". Además ha asegurado que es una forma de proteger a las clases medias y gravar las grandes riquezas.

Rubalcaba también se ha referido a la nueva posible recesión sobre la que alertaba el Fondo Monetario Internacional el pasado domingo, y ha declarado que no cree que España entre en un nuevo periodo de recesión. Aún así, ha reconocido que "viene un otoño muy difícil".

Otra de las propuestas principales que el candidato socialista incluirá en su programa electoral será concretar la financiación sanitaria. Cree necesario explicar al ciudadano "cuánto cuesta" y "cómo lo estamos pagando" y ha rechazado tajantemente el copago sanitario porque "no es necesario".

También ha descartado radicalmente recortar en educación o sanidad y ha asegurado que para preservar esos servicios hace falta dinero: "Ya diré de dónde".

Al ser preguntado por los motivos por lo que los ciudadanos deben votar por él en las próximas elecciones generales del 20 de Noviembre, Rubalcaba respondió que los votantes tendrán que elegir entre dos modelos de gestión: "Rajoy hizo frente a la crisis del Prestige y yo a la de los controladores", "elija".

Alfredo Pérez Rubalcaba, ha hablado también de la crisis de la deuda y, aunque ha sido tajante en que España no está en riesgo, ha defendido la necesidad de prevenir "como el que espera un tormentón".

Rubalcaba, ha enmarcado en esa "situación excepcional" la reforma constitucional que fue aprobada el pasado viernes en el Parlamento y que ha definido como "una vacuna, una protección" contra la posibilidad de que los inversores piensen que Europa no puede pagar sus deudas.

Ha insistido en que ese riesgo no existe en la actualidad, pero también en que resulta imprescindible dar confianza a los inversores, a los que España pide diariamente 600 millones de euros.

Como ya reconoció ante dirigentes del PSOE y el propio presidente del Gobierno, Rubalcaba ha dicho que él hubiera hecho la reforma constitucional de otra manera, buscando más consenso y hablando con los grupos, pero ha admitido la urgencia de esa reforma y que el acuerdo de los dos grandes partidos "tiene mucho valor".

Rubalcaba ha recordado que los nacionalistas y los grupos de izquierda votaron a favor de la ley de Estabilidad Presupuestaria de 2006 y, por ello, ha afirmado que le cuesta entender que algunos ahora digan que ese principio pone en riesgo el Estado del Bienestar.

Preguntado sobre una posible disolución de ETA al cumplirse un año desde que la banda terrorista anunciara un alto al fuego, Rubalcaba afirma que "estamos ante el final de ETA". "El final está ahí seguro", pero "no podemos equivocarnos", insistía al mismo tiempo que alababa la continuidad de la política antiterrorista del nuevo ministro de Interior, Antonio Camacho.

Rubalcaba cree que la situación en el País Vasco ha cambiado para mejor en sus últimos cinco años como ministro del Interior. Para el candidato socialista, el apoyo manifestado por los empresarios navarros y vascos “es la cosa más bonita que me han dicho en mi carrera política”.