Las grandes inmobiliarias, las integradas en el llamado G-14, son un claro reflejo de que la crisis del sector aún no ve la salida. De enero a junio de este año sólo han empezado a construir 220 viviendas. Y es que el excedente sigue ahí. De hecho, y pese a casi no levantar nuevas viviendas, sólo lo han conseguido reducirlo en un 15,2% en el último año.
De esta forma, a cierre del pasado mes de junio, su 'stock' sumaba 4.720 unidades frente a las 5.570 de un año antes. Las trece inmobiliarias que integran esta agrupación han ajustado una media del 27% los precios de sus viviendas desde los importes máximos registrados en el primer trimestre de 2008. A pesar de ello, las grandes inmobiliarias cerraron el pasado mes de junio uno de los peores semestres de la historia.
Entre los pasados meses de enero y junio, las firmas del G-14 vendieron 900 viviendas, lo que supone un desplome del 60% en comparación al mismo periodo de 2010. Se trata, según el G-14, de una caída "histórica" y más profunda respecto a la prevista.
La falta de financiación hipotecaria y el fin de la desgravación fiscal contribuyeron a esta "fuerte caída", que además se produce pese a comparar con la primera mitad de 2010, un ejercicio también de descensos. El pasado año el conjunto del sector vendió la mitad de pisos de los que se consideran como demanda real (unos 350.000).
Tres años sin empezar nuevas casas
En cuanto a la actividad promotora, en la primera mitad del año las inmobiliarias del G-14 empezaron a construir 220 nuevas viviendas. Esta cifra "testimonial" se suma a los alrededor de 400 pisos que estas empresas iniciaron a finales del pasado ejercicio, "tras más de tres años de parón" en los que no se iniciaron nuevas casas.
No obstante, estos datos contrastan con las 5.000 casas que este grupo de grandes inmobiliarias empezaban a levantar anualmente en ejercicios anteriores a los del 'boom' inmobiliario.
Pese a ello, el número de viviendas que estas empresas tienen actualmente en construcción es de 1.700 pisos, lo que constituye la cifra "más baja de la historia". En ejercicios previos al 'boom', la cartera de pisos en construcción de las firmas del G-14 oscilaba entre 10.000 y 15.000 unidades.
Según las mismas fuentes, el G-14 no "atisba ningún elemento de estabilización". Así, el sector encadenará en 2011 su cuarto ejercicio de crisis, con desplome de ventas, caída de precios y parón constructor.
La testarudez de los datos
En mayo, el grupo de las principales inmobiliarias de España avisaba de que la compraventa de viviendas tocará fondo este año. En concreto, según sus previsiones, caerá un 8,3% en 2011 respecto al año anterior, hasta las 450.000 transacciones, y marcará su nivel más bajo desde 2005 (año en que arranca la serie histórica de registros notariales).
Algunos quieres ser optimistas, como el Instituto de Práctica Empresarial que pronostica que las compraventas crecerán un 6% al acabar 2011.
Pero los datos del INE indican que la cifra de viviendas vendidas en mayo fue de 30.797, lo que supone un descenso del 18,3% frente a 2010.
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