"Procuraremos por todos los medios, inclusive a través de las estructuras internacionales, que estas elecciones sean declaradas no válidas", dijo Milinkiévich.

El líder opositor reunió a unos 15.000 partidarios suyos en la plaza de Octubre de la capital.

Afirmó que "las autoridades informan entusiasmadas que a favor de Lukashenko votó un 90 por ciento de los electores, pero esto es una mentira".

"Ha habido falsificaciones masivas, pero la libertad nos espera a la vuelta de la esquina", prometió el político, con la cabeza descubierta pese a una fuerte ventisca y la nevada que se precipitó sobre la capital al caer la noche.

Escrutinio en duda 

Lidia Yermóshina, presidenta de la Comisión Electoral, anunció por la noche en la televisión nacional que Lukashenko, en el poder desde 1994, había conseguido un 89 por ciento de los votos, según datos correspondientes al 22,3 por ciento del escrutinio.

Horas después, la Comisión Electoral redujo el margen de victoria del presidente al señalar que obtuvo un apoyo del 82,3 por ciento, de acuerdo con el 72,2 por ciento de los votos escrutados.

Segunda vuelta 

Milinkiévich dijo que, según datos de su equipo, Lukashenko en realidad obtuvo hoy sólo un 45 por ciento de los votos emitidos, lo que haría necesaria una segunda vuelta entre ambos.

Aunque la protesta no ha sido autorizada y el Gobierno amenazó con reprimir duramente posibles desórdenes, junto a la plaza no se vieron grandes dispositivos de seguridad.

Al final del mitin, el segundo candidato opositor, Kozulin, instó a su vez a la gente a aguardar durante la noche en la plaza la llegada de los resultados oficiales, para "exigir un nuevo recuento en caso de que den la victoria a Lukashenko".

Sin embargo, las inclemencias del tiempo jugaron una mala pasada a la oposición, pues centenares de manifestantes comenzaron tras el mitin a abandonar la plaza azotada por una impenitente nevada.

El presidente los llama terroristas

El presidente y el KGB bielorrusos amenazaron con considerar "terrorismo" y reprimir con dureza las eventuales protestas y desordenes, pero Lebedko opinó que "Lukashenko no se atreverá a utilizar la fuerza", porque sabe que la mayoría del pueblo no lo apoya".

Lebedko afirmó que "en todas las regiones del país están ocurriendo detenciones de activistas de la oposición y de compromisarios" de sus candidatos, y que "muchos ya están en la cárcel".

El Consejo Político del PCU denunció en su comunicado que el presidente ha monopolizado los medios de comunicación durante la campaña electoral, mientras sus rivales apenas tuvieron acceso a los medios y fueron objeto de intimidaciones.

"Dos centenares de activistas y compromisarios de los candidatos fueron arrestados bajo pretextos falsos", denunció.

El PCU denunció que entre los 74.000 miembros de las comisiones electorales del país hay un sólo representante de la oposición, y recordó que la legislación bielorrusa no permiten a los observadores internacionales supervisar el recuento de los votos.

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