Las cantantes Rihanna y Katy Perry han aparecido en diversos medios esta semana por una cuestión que tiene un punto en común: un desencuentro con alguno de sus progenitores.

El de Rihanna, con su padre, parece bastante más grave a tenor de las palabras de la joven a la revista Vogue, donde acusa a su padre de haberla traicionado. El de Katy Perry viene por la publicación del libro de su madre, profundamente religiosa, quien apoya la carrera de su hija aunque se muestra en desacuerdo con muchas cosas de las que hace.

Rihanna ha contado a Vogue cómo su padre, Ronald Fenty, vendió los trapos sucios de la cantante a varios medios a cambio de un buen puñado de dólares, pero sin consentimiento de ésta.

"Es todo muy extraño. Ésta es la única palabra en la que puedo pensar para describir esta situación, porque uno crece con su padre, le conoce, se convierte en parte de él y, de repente hace algo que no te puedes imaginar", lamentaba la cantante de Barbados, que acusa a su progenitor de haber mentido y no haberse preocupado por ella cuando peor lo ha pasado.

"Nunca me llamó. Simplemente fue directo a la prensa y recibió su cheque a cambio", dice, mientras asegura que da imposible la reconciliación entre ambos.

La madre de Katy Perry, Mary Perry Hudson, es una mujer profundamente religiosa, al igual que su hija Katy, por eso, aunque apoya la carrera musical de su hija también cuenta que "no está de acuerdo con un montón de cosas que hace la joven en su carrera".

Estas quejas se han hecho públicas coincidiendo con la publicación de un libro de la madre de la cantante, quien podría no estar de acuerdo con el libertinaje de su niña en algunas actuaciones, vídeos musicales, declaraciones o imágenes promocionales.