Las constructoras de mediano tamaño reducirán alrededor del 5% su facturación en 2011, con lo que encadenarán así cuatro ejercicios de descensos. La caída de ingresos de este año será la mitad respecto a la del 11% con que las medianas constructoras cerraron 2010, y una tercera parte del decenso del 15,2% de 2009. En 2008 su facturación se contrajo un 2,9%.

Según el informe de la firma de análisis sectorial DBK, a pesar de los menores ingresos, las constructoras medianas (las que facturaron entre 50 y 150 millones de euros) mantienen su peso en el conjunto del sector, dado que siguen representando el 8,6% de la actividad constructora total del país.

Ante esta coyuntura, DBK considera que las constructoras medianas españolas seguirán profundizando en los próximos años en los procesos de concentración, internacionalización y diversificación de su actividad, "siguiendo el camino trazado por las compañías de mayor tamaño".

Según el informe, hasta el momento estas empresas presentan un "bajo" grado de diversificación y una "limitada" presencia internacional. En concreto, sólo una media del 0,2% de su facturación proviene de negocios en mercados internacionales, y el 12%, de actividades distintas a la construcción, de la que dependen así el 88% de sus ingresos.

En cuanto a la facturación de su actividad constructora, el 61% procede del subsector de la edificación y el 39% a la ejecución de grandes infraestructuras. Estos datos contrastan con los de las empresas grandes y muy grandes, en los que la obra civil constituye el 66% del negocio total.

Respecto a la estructura del sector, según DBK, en enero de 2010 operaban en el sector 175 empresas de mediano tamaño (con una facturación de entre 50 y 150 millones de euros), del total de 103.487 empresas del ramo.

Estas medianas constructoras empleaban a unos 46.000 trabajadores, con una media de 263 empleados por empresa. Sólo cinco de ellas contaban con plantillas de más de 500 trabajadores.