Torres explicó a Europa Press que el expediente se inicia hoy "porque es una fecha simbólica", celebrándose la 48 edición de la Fiesta Mayor de Verdiales en la barriada malagueña de Puerto de la Torre. Precisó, no obstante, que no es la única manifestación, citando otras como la de Benagalbón, la de la ermita de las Cruces y el Festival de Villanueva de la Concepción, declaradas Fiesta de Interés Turístico de Andalucía.

Aseguró que los trámites para dicha declaración se inician "después de que un grupo de expertos haya realizado los trabajos previos de búsqueda de información", destacando que los verdiales "cuentan con buenos estudios tanto de José Manuel Caballero Bonald como de Miguel Romero Esteo, por nombrar sólo dos de los más relevantes".

Asimismo, incidió en los valores propios de los verdiales, "un fandango quizá de los más arcaicos que conocemos y que funde en su musicalidad, siempre mediterránea, valores musicales tanto árabes como andalusíes y otros traídos de Oriente". También subrayó el valor de las vestimentas y de las letras.

Torres señaló que ya que se está solicitando a la Unesco la declaración del flamenco como Patrimonio de la Humanidad, "teníamos que utilizar las herramientas que tenemos en nuestras manos para proteger y poner en valor parte de los elementos y manifestaciones relacionadas con el flamenco".

Dijo que el expediente "recogerá todos los valores, los elementos y las manifestaciones que tengan que ver con los verdiales" y señaló que será el primero, "aunque le seguirán seguro otro buen número". Según informaron desde la Consejería, éste será el primer palo del flamenco que se inscribirá en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (Cgpha).

A través de un comunicado, la Consejería indicó que esta fiesta, que se inscribirá como BIC en la modalidad de actividades de interés etnológico, "es una de las manifestaciones artísticas y culturales más relevantes de Andalucía, cuyos orígenes podrían remontarse a las saturnales romanas".

Así, manifestaron que los verdiales "son fandangos, bailables, de compás ternario, que se cantan al aire popular y están compuestos de cuatro estrofas de seis versos octosílabos". Explicaron que su celebración se organiza a través de las llamadas pandas de fiesteros, agrupaciones que cantan y bailan, y cuya indumentaria se caracteriza principalmente por su simbólico sombrero, compuesto por 24 cintas de colores.

El momento más significativo del ritual, según precisaron, es el conocido como choque de pandas, en el que pueden confluir las tres modalidades de verdiales: la de Almogía, Comares y Montes, y cuando se lleva a concurso, se simula en el escenario una lucha en términos musicales, rivalizando en la rapidez y sin perder el ritmo.