La familia de Philip Seymour Hoffman comenzó a organizar este martes los preparativos del funeral del actor, que podría tener lugar el viernes en Nueva York, mientras continúan saliendo a la luz detalles sobre sus últimas horas de vida antes de fallecer, el pasado domingo.

Está previsto que el jueves los más allegados de Hoffman le rindan homenaje en un acto privado, mientras que un día después se oficiará una ceremonia en la iglesia de San Ignacio de Loyola de Nueva York, en la que fue oficiado el funeral por Jackie Kennedy, informa el diario local New York Post.

En las últimas horas, un buen número de personalidades del mundo del espectáculo han pasado a trasladar sus condolencias a Mimi O'Donnell, que durante años fue compañera sentimental del actor y madre de sus tres hijos.

La actriz Cate Blanchett, el actor Bobby Cannavale y la fotógrafa Annie Leibovitz han sido solo algunos de los rostros conocidos que han visitado el apartamento donde Hoffman y O'Donnell vivían juntos, en el West Village de Nueva York.

Hoffman había alquilado recientemente otro piso, a pocos minutos de allí, donde fue encontrado muerto el pasado domingo, aparentemente víctima de una sobredosis.

Según varios medios locales, los problemas del ganador de un Óscar con las drogas habían provocado su separación de O'Donnell, que fue la primera que dio la voz de alarma cuando Hoffman no se presentó el domingo por la mañana a recoger a sus hijos.

Según una reconstrucción hecha por la CNN en base a varias fuentes, el actor cenó con otras dos personas en un restaurante la noche del sábado y luego, supuestamente, compró drogas en las cercanías de su domicilio.

Hoffman retiró 1.200 dólares de un cajero automático del barrio, según los registros bancarios que cita la CNN, mientras que al menos un testigo aseguró a la policía que mientras lo hacía hablaba con dos hombres, que podrían ser los traficantes.

Aunque las autoridades confirmaron que la autopsia fue practicada el lunes, todavía no ha habido un informe oficial sobre la causa de la inesperada muerte del actor, que había reconocido su adicción a la heroína y en cuyo apartamento fueron encontradas 50 bolsas de esta sustancia tras su muerte.