El nuevo estadio del Valencia CF, un proyecto angular para el futuro de la entidad que estuvo cerca de costarle su supervivencia por su implicación en una deuda insostenible, será una realidad "en un plazo aproximado de dos años".

En un acuerdo calificado por el presidente Manuel Llorente como "hito histórico", y tras meses de contactos, el Valencia pactó con Bankia retomar unas obras paradas desde febrero de 2009.

"La nueva casa del Valencia permitirá al club dar un salto de calidad en todos los ámbitos", manifestó Llorente.

Que la entidad financiera se haga cargo de las parcelas donde se asienta el actual estadio, las mismas que han protagonizado esperpénticos episodios en la vida reciente del club, así como la implicación de ciertos activos patrimoniales del Valencia como garantías, avalan la conformidad para la nueva casa de 75.000 aficionados.

Sin una fecha concreta aún para reiniciar los trabajos, algunas fuentes apuntaban al excesivo optimismo por el nuevo plazo de conclusión de las obras dadas las necesarias adaptaciones y reformas que habrá que ejecutar sobre una estructura a medio construir desde hace más de dos años.