La selección femenina de balonmano es el mejor ejemplo de cómo la crisis ha provocado una fuerte y masiva emigración en España. 12 de las 16 guerreras que van a participar en el Mundial de Serbia (7-22 diciembre) han tenido que salir fuera de las fronteras ibéricas para seguir viviendo de un deporte que ha llenado la vitrina de medallas en los últimos años: plata en el Europeo de 2008, bronce en el Mundial de 2011 y bronce en los Juegos de Londres 2012.

"Notamos que ahora el equipo es más conocido a nivel mediático, pero en lo económico existen muchos problemas y vemos que casi todas las jugadoras se van fuera para seguir dedicándose profesionalmente a este deporte. La liga española no ha bajado solo el nivel, sino también la dedicación. Hay jugadoras que ya no entrenan todos los días. A corto y medio plazo veo difícil que las jugadoras que han salido vuelvan. Por lo menos, en este ciclo olímpico", explica Jorge Dueñas, el seleccionador.

Marta Mangué lleva diez años fuera y también lo deja claro: "España está muy mal y, desgraciadamente, la liga está bastante desmejorada y triste. Si no hay dinero, se jugará con la cantera, pero si la cantera no tiene a las mejores jugadoras con las que competir, españolas y extranjeras, el nivel no subirá. Salir fuera es la mejor opción para vivir más o menos bien del balonmano", asegura la canaria, perteneciente a la plantilla del Fleury francés.

Eli Pinedo estuvo en Dinamarca, "donde tratan a las jugadoras como a futbolistas", pero ya está de vuelta en casa, en el Bera Bera de San Sebastián, con el que ganó la última liga. "Nunca hay que descartar la posibilidad de marcharse si quieres seguir progresando como jugadora. Hay que tenerlo presente. Aun así, yo ahora valoro otras cosas. Estoy muy contenta en mi ciudad, cerca de mi gente, en un club con contratos legales y profesionales. No me puedo quejar. Soy una privilegiada".

La portera Silvia Navarro, que jugó la temporada pasada en Rumanía y esta lo hace en el Rocasa de Gran Canaria, confía en que, "poquito a poco, vaya mejorando el nivel en la liga y que las que están fuera vaya regresando. Se las necesita".

Eli destaca que lo más complicado de su experiencia en tierras danesas fue "el periodo de adaptación a otra lengua y otra cultura. Y, al final, te digo yo, que como aquí no se vive en ningún sitio. Por tiempo, comida... Todo".

Marta está totalmente de acuerdo: "¡Me encantaría volver! Cada vez que regreso, me cuesta más irme, pero sé que es mi trabajo. Soy una profesional y tengo que buscarme la vida. Lo peor es no poder disfrutar del clima de España. Lo echo de menos muchísimo".

"Yo eché mucho de menos mi país y me costó adaptarme. Por eso volví. Necesitaba oxigenar mi cabeza", recuerda Silvia.

Las tres jugadoras y el seleccionador no tienen ninguna duda sobre qué selección es la favorita en el Mundial de Serbia: "Noruega", actual campeona olímpica y mundialista. En segunda posición y, pudiendo luchar contra las nórdicas, sitúan a "Montenegro", que le arrebató el primer puesto a Noruega en el último Europeo. ¿Y España?

"Vamos a luchar como hacemos siempre. Cada balón, cada partido. Intentaremos subirnos al podio y vamos a ir a por todas, pero va a estar muy difícil. La gente se acostumbra rápido a verte arriba y luego no entiende cuando bajas un poco. Pero no es nada fácil mantenerse", explica Eli Pinedo.

Silvia Navarro, más comedida, apuesta por "salir tranquilas y hacer lo que sabemos hacer. Lo demás viene solo". Y Marta Mangué reconoce que están "en el grupo que puede optar a medalla. Si lo hacemos bien, podemos plantarnos en semifinales".

"Estamos dentro de ese grupo porque los últimos resultados nos avalan. La clave será el cruce de octavos y todo dependerá de cómo llegue cada equipo y de las lesiones. Ahí no puedes fallar porque te vas a casa", recuerda el seleccionador de las guerreras, Jorge Dueñas, quien remarca el espíritu de este equipo: " No podemos vivir de la historia, sino seguir haciendo historia".