La rivalidad entre Fernando Alonso y Lewis Hamilton no tiene fin.

Aunque en ocasiones parece que la calma se recupera, una sola chispa hace falta para que se encienda de nuevo la llama que arde en esta difícil relación de dos de los mejores pilotos de la Fórmula 1.

Una relación que data de 2007, cuando el asturiano aterrizó en McLaren. Aunque llegaba con la vitola de doble campeón del mundo, Alonso vio cómo su compañero -por aquel entonces un novato y debutante Hamilton- iba creciendo poco a poco en cada gran premio que se disputaba.

En varias carreras, Hamilton quedaba por delante del bicampeón, cosa impensable a principios de temporada. Así, hasta que llegaron al GP de Montecarlo, donde estalló la guerra entre los dos. Con la carrera ganada por el asturiano, McLaren le dio órdenes de bajar el ritmo para conservar el doblete. Al hacerlo, Hamilton se acercó peligrosamente al asturiano, lo que hizo que el piloto español acelerara de nuevo. Alonso ganó la carrera, Hamilton se quejó, Alonso respondió y ahí comenzó una rivalidad que, a día de hoy, sigue más viva que nunca.

El martes, Hamilton aseguró que Alonso "tenía envidia". "Debió ser duro para él verse superado por un Sauber, así que (Alonso) debe vivir en otro mundo. No entiendo cómo pude yo influir tanto en su carrera", sentenció el británico.

Estas declaraciones son sólo el último capítulo en la relación entre Alonso y Hamilton. Una difícil relación que promete seguir...