El Real Madrid cae en Girona y tira media Liga en octubre

Un lance del Girona-Real Madrid.
Un lance del Girona-Real Madrid.
EFE
Un lance del Girona-Real Madrid.

No ha llegado aún el mes de noviembre, y el Real Madrid ya ha tirado media Liga. Su derrota en Girona fue justa. Su imagen, deplorable, indigna de un campeón de Europa que no podía permitirse otro tropiezo.

Con este nuevo traspié, los blancos están ya a ocho puntos del Barça cuando apenas se llevan diez jornadas ligueras. La remontada aún es posible, pero lo peor no es solo el resultado para los de Zidane, es la sensación de equipo sin personalidad, a años luz del que reinó en España y Europa hace apenas unos meses.

Esta vez, ni el cansancio ni las rotaciones son excusas. El técnico galo apostó por su 11 de gala, con la inclusión de Achraf por el lesionado Carvajal, y ni por esas consiguió imponer su juego ante un Girona bien trabajado, entusiasta y con las ideas claras. Presionó arriba y robó constantemente el balón ante un Madrid desorientado.

Eso sí, esta vez sí apareció la pegada de los blancos. Con el conjunto catalán siendo muy superior, Maffeo estrelló el balón en el palo, y tras ello el Real Madrid montó un contragolpe veloz con un disparo de Cristiano que repelió Bono y cuyo rechace no tuvo más que empujar al fondo de la red Isco. 

El tanto no calmó el ímpetu del Girona, y el Madrid siguió dormido. Solo la falta de fortuna, con otro remate al palo de Portu que se paseó por la línea de gol, impidió el empate de los de Pablo Machín.

Tras el descanso, se retiró Varane por lesión, el mejor de los madridistas, y el Girona siguió merodeando con peligro el área de Casilla. La desidia blanca recibió su justo castigo con un gol en el que los centrocampistas se mostraron tibios en la presión y los defensas caóticos atrás. Stuani, con una buena acción dentro del área, no perdonó.

Apenas cinco minutos después, otra jugada desafortunada del Madrid atrás propició la remontada del Girona, con un disparo que desvió Portu, en fuera de juego por unos centímetros, ante la incredulidad de los jugadores madridistas.

Zidane movió ficha y quitó a los dos laterales para dar entrada a Asensio y Lucas Vázquez, pero el panorama apenas cambió. El dominio territorial fue del Madrid, sí, pero solo hubo una verdadera ocasión en un remate de cabeza de Cristiano. ¿El 'The Best'? Desaparecido. ¿Benzema? Ni una jugada reseñable. Justa victoria de un Girona que en el tramo final incluso pudo lograr un resultado más amplio.

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