El Mundial de Catar de 2022 se tambalea.

De pronto, este es ya el Mundial que más controversia desata y más quebraderos de cabeza le va a dar a la FIFA. El organismo salió airosa del pasado Mundial de Sudáfrica, pero la pregunta es si también lo hará en este de 2022.

Desde que Catar saliera elegida, muchos han sido los problemas y los rumores en torno la cita de dentro de 8 años. La última, la de los documentos que prueban que hubo sobornos millonarios para la compra del Mundial, lo que desatado reacciones al escándalo que piden incluso que se cambie de sede.

Estos son los líos a los que se enfrenta este más que discutido Mundial:

- Sospechas. Desde el mismo momento en el que Blatter sacó, el 2 de diciembre de 2010, la papeleta con el nombre de Catar, los rumores de 'prebenda' han sobrevolado la candidatura de este pequeño estado del golfo pérsico. El presidente de la FIFA llegó a reconocer "influencias políticas directas" por intereses económicos.

- Calor. Es un factor a tener muy en cuenta y que podría dar un vuelco a la forma de entender el fútbol actual. Organizar el Mundial en verano implica muchos problemas por las altas temperaturas, por mucho que el comité local asegure que construirá estadios con refrigeración. Algo de lo que se advirtió ya en el informe de evaluación antes de su elección final. Mover el Mundial al invierno sería una decisión muy controvertida, sobre todo en Europa.

- Calendario. De desplazar la cita a los meses de invierno, habría que remodelar el calendario futbolístico internacional, incluso durante varios años. Las ligas europeas tendrían que parar durante dos meses en invierno de 2022. También afectaría a competiciones como la Liga de Campeones o la Europa League. Y al periodo de mercado de fichajes.

- Juegos de Invierno. Platini quiere que se juegue en enero y febrero, pero Blatter opta por noviembre y diciembre para evitar un conflicto con el Comité Olímpico Internacional, que celebrará en febrero de 2022 unos Juegos de Invierno. Una coincidencia que traería otro quebradero de cabeza a la FIFA.

- Derechos televisivos. Desplazar el Mundial a los meses de invierno perjudicaría a las cadenas de televisión —un factor importantísimo para las arcas de la FIFA—, especialmente a la FOX, que desembolsó 425 millones de dólares a cambio de los derechos de los Mundiales de 2018 y 2022. La cadena norteamericana, ante la posibilidad ya confirmada por el organismo, explicó molesta que "Fox Sports compró los derechos del Mundial entendiendo que se disputaría durante el verano, igual que ha pasado desde 1930". A la FOX no le interesa el cambio de fechas porque eso significaría que el Mundial coincidiría con la temporada de fútbol americano, y con la final de la Super Bowl, que se disputa el primer fin de semana de febrero.

- Derechos humanos. Como ya ocurrió en Brasil, sindicatos internacionales y organizaciones de defensa de los derechos humanos han protestado fuertemente ante la muerte de hasta 44 trabajadores de origen nepalí durante las obras de construcción de los estadios en Catar. Estas muertes, según señaló un estudio, no fueron accidentes, sino consecuencia directa del calor extremo en el que estaban trabajando. Como consecuencia, un debate social se ha creado en torno a lo ocurrido.

- Voces en pro de nuevas opciones. Ante tanto contratiempo, ya surgen las primeras voces que abren la posibilidad de celebrar una nueva votación para elegir otra sede que no sea Catar. El vicepresidente de la FIFA, Jim Boyce, ha dicho que apoyaría celebrar una nueva votación para elegir al país anfitrión del Mundial de 2022 si se demuestra que hubo corrupción en la candidatura de Catar. Si el investigador de la FIFA, Michael García, que esta semana se reúne con el comité organizador catarí, halla indicios de actividad ilegal, "habrá que analizarlo muy seriamente", declaró Boyce.