Favoritos. Esa es la etiqueta con la que encara España el Eurobasket 2017. La selección dirigida por Sergio Scariolo inicia este viernes su camino en un  torneo que, aunque descafeinado por las bajas, se presenta como una nueva oportunidad para que la generación de oro del baloncesto español agrande su leyenda. Teniendo en cuenta la dinámica que ha conseguido la ÑBA en los últimos campeonatos continentales, el hecho de defender trono no parece una presión añadida.

España jugará la primera fase del Eurobasket en Rumanía, aunque el campeonato se disputa también en otras tres sedes: Finlandia, Israel y Turquía (donde se jugará la fase final). ¿Sus rivales? Montenegro, República Checa, Rumanía, Croacia y Hungría. Un grupo con rivales de diferente nivel para medir las verdaderas aspiraciones de un equipo que mantiene lo necesario a pesar de las ausencias: el liderazgo de Pau Gasol.

Precisamente bajo su figura se erige un plantel de doce jugadores que mezcla novedades con miembros de la mejor generación que nos ha dejado el baloncesto español. A Pau y Navarro, que quizás estén ante su último Eurobasket, se unen otros hombres como Marc –que no estuvo en 2015-, Ricky, Sergio Rodríguez o Fernando San Emeterio, que ya saben lo que es tocar la gloria con la camiseta de la selección. Pero Scariolo no se ha quedado ahí.

Es cierto que España llega al torneo con bajas muy importantes. La lesión de Llull y las renuncias de Felipe Reyes, Ibaka, Rudy y Mirotic han abierto las puertas a savia nueva. Y es que tanto los hermanos Hernángomez como Alex Abrines están ante una buena oportunidad de consagrarse. Precisamente esos nombres provocan que la selección española sea el combinado con mayor representación NBA, con un total de siete jugadores (aunque el Chacho Rodríguez pondrá rumbo al CSKA de Moscú).

El estatus de favorito de España para este Eurobasket no es una quimera, en parte, por la presencia de un Pau Gasol que ha demostrado tener todavía gasolina y sobre todo ganas de seguir colgándose medallas. El catalán está a solo 61 puntos de convertirse en el máximo anotador de la historia de los Europeos por delante de Tony Parker, que no estará en esta edición.

El pivot de los Spurs ya ha conseguido diez medallas con la selección absoluta y es consciente de que no le queda mucho baloncesto a nivel internacional. Él y Juan Carlos Navarro han sido los líderes de una década prodigiosa de España, y no habrá mejor manera de cerrar el círculo que con otro oro, el cuarto en cinco ediciones.

Sergio Scariolo estuvo al frente del combinado español en los tres oros logrados a nivel europeo (2009, 2011 y 2015), por lo que su figura cobra también una importante relevancia. Durante todo este tiempo el bloque ha sido similar: jugadores clave implicados y toques de juventud que han ido revitalizando las ganas de éxito de España. Esta vez no es diferente. La selección ya sabe lo que es repetir triunfo en el Eurobasket, por lo que la situación debería estar perfectamente dominada.

Joan Sastre, Pierre Oriola y Juancho Hernangómez son los tres debutantes en un gran torneo. El Valencia Basket, campeón de la Liga Endesa, ha dado a esta selección cuatro jugadores, aunque Oriola ha sido traspasado al Barça para la temporada que viene. Todos ellos tendrán la labor de adaptarse a un equipo que ya está más que rodado en estas lindes: España, con todos los cambios, sigue siendo una selección ganadora.

Desde 1999, España apenas ha fallado. En los últimos 18 años solo ha faltado una vez en el medallero del Eurobasket. El cartel de principal candidato, por tanto, no es en vano. El éxito de la selección no está solo en haber sabido llegar a la cima, sino también en mantenerse en ella.

En París'99, los españoles llegaron a la lucha por el oro ante Italia, y cayeron en la final por una diferencia de solo ocho puntos. Dos años después, en Turquía -precisamente donde se jugará la final este año- España acabó colgándose la medalla de bronce después de ganar a Alemania en la batalla por el tercer y cuarto puesto.

Siguió el periplo de los nuestros entre los grandes en 2003: a la final para enfrentarse a Lituania en Estocolmo, y derrota. La plata fue el premio que anticipó el peor Eurobasket de España en los últimos años. En 2005, el combinado que entonces dirigía Mario Pequera se tuvo que conformar con el cuarto puesto tras perder con contundencia (98-68) en la batalla por el bronce ante Francia.

La siguiente edición fue especial. Se jugó en Madrid, y España se quedó a dos puntos del oro: perdió la final ante Rusia por 60-59. Los chicos de Pepu Hernández llegaron al torneo como campeones del Mundo, y en la última jugada de aquel Eurobasket la suerte les fue esquiva. El balón se salió de dentro en un lanzamiento de Pau Gasol y aquel segundo puesto supo realmente a derrota.

Pudo resarcirse la selección en 2009 y 2011. Dos oros consecutivos, en Polonia y en Lituania, con sendas victorias ente Serbia y Francia en la final. Los galos se vengaron en 2013: el equipo que entrenaba Juan Antonio Orenga fue bronce mientras que la selección bleu se quedó con el lugar más alto del cajón.

El último Eurobasket jugado, hace dos años, hizo que España recuperase el trono. Y además, en Francia. El cara a cara entre ambas selecciones en las últimas ediciones ha sido espectacular. Ya con Scariolo a la cabeza, los españoles vencieron a Lituania en la final después de tumbar a la tropa de Tony Parker en semis. Ahora, en 2017, la batalla vuelve a estar servida.

En España hay ausencias, pero ese es un detalle del que no se libran el resto de favoritas. Precisamente Francia lidera esa estadística porque perderá para el Eurobasket a sus tres pilares: Tony Parker, Nico Batum y Rudy Gobert.

Serbia, por su parte, no contará con sus dos NBA. Nemanja Bjelica y Nikola Jokic no estarán en la cita europea, el primero por lesión y el segundo porque ha preferido descansar. Otros jugadores importantes como Raduljica y Nedovic también se perderán el torneo.

Todas estas bajas parecen allanar el camino de una Lituania que espera que a la tercera vaya la vencida. El actual subcampeón mantiene a Jonas Valanciunas como referencia, pero el seleccionador, Dainius Adomaitis, también podrá contar con otro NBA como Kuzminskas.

Además, los lituanos tendrán en su plantel a tres jugadores de la Liga Endesa como son Gecevicius (Zaragoza), Maciulis (Real Madrid) y Bendzius (Obradoiro).

La Italia de Ettore Messina sigue siendo una selección potente, pero la baja de Gallinari, que se une a las de Gentile y Bargiani, hacen que pierda gen competitivo de cara a estar entre los tres mejores.

Lo mismo pasa con Croacia. Mario Hezonja, Dontaye Draper, Ante Tomic y Damjan Rudez no estarán, por lo que Dario Saric se queda como principal valedor para una selección que siempre acostumbra a estar entre las favoritas.

Y no se nos puede escapar Eslovenia. Se basta de dos nombres para ser tenida en cuenta: Goran Dragic y Luka Doncic. Están ante una gran oportunidad y la joven perla del Real Madrid puede estar ante su confirmación con la selección.

De hecho, Doncic es uno de los principales atractivos de un Eurobasket donde han adquirido más relevancia las ausencias que las presencias: España en eso cumple, porque mantiene al mejor. Pau tendrá que cumplir, de nuevo, con la labor de revalidar un oro que todos le querrán quitar: los nuestros son el rival a batir, y desde el viernes tendrán que empezar a superar obstáculos.