Alejado de los cauces de masas, el balonmano playa, una modalidad estival sobre la arena de uno de los deportes reyes bajo techo, se está haciendo con un hueco en primera línea del panorama mediático por una imposición normativa y no por el reciente subcampeonato continental femenino del Getasur madrileño: la obligatoriedad del bikini como equipación femenina. Que 21 de los 22 equipos participantes en la Suances Cup, un torneo integrado en la Arena Cup de este deporte, fueran amonestados  por no respetar la uniformidad ha desatado una polémica. La primera denunciante, la Federación Vasca, que encauzó el malestar de sus jugadoras por el aviso y anuncia protestas de cara a los Nacionales, a disputarse en Laredo en agosto.

"No se ha sancionado a nadie por esto", defienden desde la Federación Española de Balonmano (RFEBM); "lo único que se ha hecho ha sido comunicar que las equipaciones de juego no estaban acordes con la reglamentación de las federaciones europea e internacional. Nos regimos por una normativa superior a la que estamos supeditados".

"Y efectivamente no es cosa de la Federación ni ha habido sanción, más bien un apercibimiento", admite Lorena S. Moreno, jugadora del Balonmano Playa Alcalá que, como juega en pista con el Getasur y la normativa lo permite, compitió con las de Getafe en el torneo cántabro porque les faltaban jugadoras. "A la hora de preparar la equipación, se votó si queríamos bikini o tirantes y ganó la opción de que no competir con top".

Lo ideal, esboza una Moreno que hubiera sido más partidaria de hablar primero con la federación que de ver esta problemática saltar a los medios, sería una normativa más laxa que le diera libertad a los equipos para elegir su vestimenta. "En lo deportivo la ropa no influye para nada. La cuestión es más de imagen, de estética. Y no queremos que el deporte femenino sea esto. Nos gustaría que se frenara, como pasó con las vestimentas para el baloncesto tiempo atrás", lamenta.

Desde la Federación indican que no han recibido ningún mensaje oficial ni ninguna petición para elevar un cambio en la EHF, la matriz de la normativa. "Nunca ha habido una queja con anterioridad, no nos han dicho nada al respecto sobre este tema. Y es algo sobre lo que no cabe la polémica porque nos regimos por una normativa superior". "El presidente de la Federación ha intercambiado impresiones con alguna jugadora en una emisora de radio y recuerda que España solo supone un voto y que, sin más apoyo, poca cosa se podría hacer más allá de una propuesta", valora Moreno por su parte.

"No mucho equipos tienen opciones reales de acudir a competiciones continentales", comenta Moreno; "no más de diez equipos, pongamos. Esos equipos tienen que acogerse a la normativa sí o sí pero hay otros muchos que acuden sin más pretensión que un ocio saludable y, estando a otro nivel, se encuentran con esa obligación. Lo  ideal sería más libertad de elección". Fuentes federativas no comprenden la polémica: "Si lo sacas de contexto parece lo que no es y al final mandan unas normas que también son similares en otros deportes playeros, como el voley playa, Para otras cosas, como el llevar gorra o pañuelo en competición, la norma es mucho más abierta".