Superada la tormenta que supuso la ausencia del equipo español de sincronizada en los próximos Juegos Olímpicos, Ona Carbonell, la capitana, mira con optimismo a la cita preparando el dúo con Gemma Mengual que aspira, como mínimo, a medalla. Se define como una mujer "trabajadora, constante, muy disciplinada y respetuosa. Y coqueta. Por eso, compagina trabajo en la piscina con la moda y la publicidad, ahora como imagen de la nueva Silk'n Infinity.

¿Cómo define el dúo con Mengual?

Glamuroso (risas). Las dos somos coquetas, presumidas, nos gusta mucho la moda, sentirnos a gusto con nosotras mismas. Cuidamos cada detalle.

Gemma ha vuelto a la piscina a por el oro olímpico. ¿Ese es el objetivo real para Río?

El oro lo veo difícil, el objetivo en Río es estar en las medallas.

¿Siente presión?

La máxima presión es la que se pone uno mismo. Mi objetivo es hacerlo muy bien, dar lo mejor de nosotras mismas y después todo está en mano de los jueces.

¿Cómo es su relación?

Somos muy amigas. Nos llevamos muy bien fuera del agua y, obviamente, dentro también. Como nos conocemos tanto y nos llevamos tan bien todo es mucho más fácil.

¿Cómo va la sincronización entre las dos?

Mejorando. La sincronización es lo que más nos cuesta, porque hemos hecho un dúo muy artístico, muy pasional, entonces los movimientos son más difíciles de sincronizar y estamos en ellos, en la ejecución y en la sincronización.

¿Cómo es su día a día?

Pues empezamos a entrenar sobre las 8.30 hasta las 14 o así. Comemos y retomamos de 16.30 a 19. Después un poco de fisio y a la universidad, que estoy acabando de diseñar los bañadores de Río...

Tras el palo del Preolímpico (el equipo se quedó fuera de los Juegos), se acusó a la sincro de falta de autocrítica...

Qué va. Ya dijimos todo en su momento y hemos hecho autocrítica. Sabemos que hay cosas que mejorar y potenciar las buenas.

¿Llegan a doler las críticas?

Depende de quién y de dónde vengan. Así es el deporte, así es la vida, y hay que entender que forma parte de nuestro día a día. Mi objetivo es estar dentro del agua y todos los factores que descentren mi objetivo, para mí no tienen cabida.

¿Pesa mucho la palabra capitana?

¡Bueno! (risas). Ser la capitana no es fácil pero a la vez es gratificante. Aprendo mucho de todas mis compañeras e intento transmitir mi experiencia y darlo todo.

Con 25 años, ya es una veterana. ¿Qué recuerda de aquellos primeros años?

Llegué con 14 al equipo nacional. Estaba siempre temblando de los nervios que tenía. Lo recuerdo como algo bonito porque aprendí muchísimo, me formé como persona y maduré mucho.

¿Por qué la natación?

Hacía gimnasia rítmica y me encantaba el agua, me pasaba horas dentro. Así que cuando probé la sincro me enamoró.

¿Se podría quedar con un momento mágico y otro para olvidar?

Sí. Mis dos mejores momentos fueron la medalla de plata y de bronce en los Juegos de Londres y las siete medallas del Mundial de Barcelona, que fue algo único; mi peor momento, cuando me quedé a las puertas de Pekín 2008.

¿Cómo se define?

Una persona bastante normal (risas). Trabajadora, constante, muy disciplinada y respetuosa. Ah, y coqueta (risas).

¿Y miedosa?

No. No tengo miedos. Tengo respeto por las cosas y los objetivos.

¿Cómo ve el futuro fuera del agua?

No lo pienso mucho, prefiero vivir y disfrutar el presente. Estoy estudiando diseño de moda y me gustaría tirar por ahí.

Nadal, abanderado español en los Juegos. ¿Qué tiene para ser tan admirado?

Una cabeza muy bien amueblada. Es muy trabajador y disciplinado y todo eso hace que esté donde está.

BIO Ona Carbonell Ballestero (Barcelona, 5 de junio de 1990) es una nadadora española y capitana del equipo español de natación sincronizada. Logró la plata (dúo) y el bronce (equipos) en los Juegos de Londres.