Cuestión de lecturas. Tras no conseguir ningún metal en los Mundiales de Atletismo en Pista Cubierta de Estambul, España regresó al medallero final en la edición de Sopot gracias al bronce que Ruth Beitia logró el sábado en la competición de salto de altura.

Una medalla previsible, dadas las actuaciones y las marcas de la cántabra esta temporada, que no oculta la ausencia de finalistas españoles en otras disciplinas y pruebas. En materia de finalistas, un mal Mundial.

España concluyó en la 28.ª posición final de un medallero encabezado, con doce medallas, por unos Estados Unidos que se colgaron su último oro, y firmaron el único récord mundial logrado en Polonia, este domingo en el relevo 4x400 metros (3:02.13). Rusia y Etiopía, con cinco medallas cada uno (los rusos, tres oros) acabaron por detrás de los americanos.

Unos Mundiales de Sopot que encumbraron a la velocista jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce, campeona mundial de los 100 m y ahora de los 60 bajo techo.

Unos Mundiales que confirmaron a los etíopes Genzebe Dibaba (dominadora de los 3.000 m, aunque lejos de su récord) y Mohammed Aman (que revalidó su título mundial en 800 m) y en los que el ruso Ivan Ukhov, campeón olímpico y gran favorito, se quedó sin título mundial de salto de altura, en cuya final cedió ante el catarí Mutaz Essa Barshim.