Sometidas a una gran desigualdad en el apartado de calendario, apoyos, estructuras y premios, de todo el deporte en sí, los colectivos ciclistas femeninos han iniciado movimientos reivindicativos en pos de un mayor respeto y una mayor dignidad hacia su profesión que mejoren sus condiciones. "El ciclismo femenino vive una situación lamentable en España", que denunciaba en mayo de 2013 la valenciana Anna Sanchís.

"La evolución hacia un ciclismo más justo es imparable, es bueno para todo el deporte en general y en España es sólo el comienzo de un nuevo modo de entender el ciclismo que ya ha calado en Europa y Estados Unidos: mismo trato, mismos derechos", explican desde el grupo de corredoras que cohesiona todas las reivindicaciones.

Si la presión colectiva hacia la organización del Tour, con la multicampeona Marianne Vos al frente, derivó en la puesta en marcha de una prueba femenina el último día en los Campos Elíseos de París, una cita que importa la Vuelta de cara a su último día en 2015, los últimos movimientos del pelotón español (un pelotón de poca cantera, pero interesante, que se diluye en el salto a la categoría absoluta) también han deparado sus resultados.

Esta semana, de hecho, la organización del Campeonato de Asturias de ciclocross, que se celebra en Candás el próximo 28 de diciembre, ha confirmado que repartirá las mismas cuantías económicas para hombres y para mujeres. Unas condiciones semejantes que "debutan" ya este domingo en el Ciclocross Villa de Gijón.

"Hay que recordar que nuestras peticiones van mucho más allá de lo puramente económico: parrillas de salida respetuosas, definición clara de categorías, duración de carreras, cumplimiento de las normativas ya existentes y en general un trato digno e igualitario. Ni más ni menos que lo que recogen los Reglamentos y la Ley de la Igualdad", explican desde el colectivo que aglutina las peticiones.