Las competiciones internacionales de cantera tienen un punto impredecible en el ciclismo. Muchos nombres, trayectorias... En los últimos Mundiales, más allá del bronce de Alejandro Valverde, las júnior Sheyla Gutiérrez y Eider Merino acabaron en la 7.ª y la 13.ª posición de la ruta.

En 2011 Sheyla fue 6.ª, un resultado que, entonces sí, fue el mejor de la expedición española. Una trayectoria interesante en una modalidad femenina donde no faltan los nombres, claro, pero en la que se añora a Joane Somarriba o Dori Ruano, retiradas en 2006.

"Esos resultados no son una casualidad -defiende Begoña Ruiz, comisionada de la Federación Española-; tanto entre las cadetes como las júnior tenemos un buen nivel. Incluso la Copa de España mueve unas 160 chicas entre todas las categorías para cada prueba... La cuestión es no perderlo y evitar cosas como que, como pasó en Londres, no haya representación femenina en unos Juegos".

Sheyla, Eider o Lourdes Oyarbide, entre otras, aterrizan en la élite en 2013. Y ahí emerge el nubarrón. "El problema está en el cambio de categoría", lamenta Ruiz. Una encrucijada en la que confluyen estudios, trabajos...

El número de licencias femeninas supera las 2.000, indican desde la RFEC. Una cantidad con un alto porcentaje presente en el cicloturismo o la bici de montaña. Lo sintetiza Ruiz: "Hay muchas mujeres con licencia, pero no compiten tantas. Eso sí, este año hemos notado un incremento en la Copa de España".  ¿Motivos? Desde la afición hasta algún cambio normativo de enjundia, como evitar las salidas conjuntas para todas las categorías.

Eso sí, el ciclismo femenino no es ajeno a esa idiosincrasia de la cantera en general, superviviente por cuestiones de cercanía: "Igual un 60 o un 70% de los apoyos de equipos y carreras  llegan por lazos sentimentales, amistosos o familiares. ¿Es lo mejor?  No, claro. Pero la situación actual es la que es".

Eneritz Iturriaga

Profesional durante 12 años (10 en el extranjero), posee 7 títulos nacionales en su palmarés. La vizcaína se retira a los 32 años.

1. ¿Qué ciclismo conoció y cómo lo deja?

Cuando llegué había pocas chicas, pero más carreras. Ahora, ni lo uno ni lo otro. La mentalidad sigue igual, esperando una refundación del ciclismo femenino.

2. ¿Hay relevo?

He llegado a oír que no hay nivel y cosas así... Pero en los Mundiales, en un corte de 30 corredoras las tres españolas estaban delante. Hay mimbres en la cantera, brillo. Pero esa luz se apaga. Hay que actuar, sobre todo en el cambio de categoría.

3. ¿Hay que emigrar?

Fuera el ciclismo es más profesional. Animaría a salir. Disipa miedos en competición y es más sólido.