Después de dos finales perdidas contra rusos, en Madrás frente a Mikhail Youzhny y en Miami ante Nikolay Davidenko, Nadal refrendó su hegemonía mundial sobre tierra batida con una sólida victoria sobre el mejor tenista del mundo que le dio el vigésimo cuarto título de su carrera.

El partido se puso de cara para Federer, que rompió el servicio de Nadal en el primer juego aprovechando la imprecisión del español con su derecha, pero inmediatamente después Rafa recuperó el "break" sin aparente esfuerzo.

En el séptimo el suizo volvió a romper el saque del español, pero éste hizo a continuación el contra-break y sentenció la manga en el duodécimo juego. El primer set cayó del lado español en 51 minutos.

Altibajos

La segunda manga tuvo muchos altibajos. Federer se puso con 4-0 y Nadal contestó con un parcial idéntico para empatar a 4 y ponerse luego por delante (5-4). A continuación cada jugador mantuvo su servicio y en el duodécimo Nadal aprovechó su primera bola de partido.

Federer continúa sin tener en su historial el torneo de Montecarlo y Nadal aumenta a 9-6 el balance favorable de sus encuentros con el suizo.

Federer, el único jugador que ha vencido a Nadal sobre la tierra en los últimos tres años (final de Hamburgo en 2007), se enfrentaba a un especialista que no perdía en Montecarlo desde 2003, cuando, con sólo 16 años de edad, cayó en tercera ronda ante el argentino Guillermo Coria.

Con su triunfo Nadal bate el récord de títulos consecutivos que tenían el rumano Ilie Nastase (1971 a 1973), y también el de tres alternos del sueco Bjorn Borg (1977, 1979, 1980) y el austríaco Thomas Muster (1992, 1995, 1996).

Federer no perdía un partido en tierra desde la final de Roland Garros 2007 contra Nadal. Después rompió en Hamburgo la racha de 81 partidos consecutivos del español.