La doble medallista olímpica Mireia Belmonte, la mejor nadadora española de todos los tiempos, lanzó un mensaje optimista a los más jóvenes y reivindicó la natación como un deporte "emocional, que te da mucho", aunque nunca pueda compararse con los salarios de los grandes futbolistas. "Ojalá ganase como Cristiano o Messi. La natación es un mundo muy sacrificado. Es cierto que te da mucho emocionalmente, ganas en experiencias, es bonito cuando ganas y también cuando pierdes, pero a nivel económico la natación está mal".

La catalana, que piensa que "hay deportes que están peor", se considera una "privilegiada" por poder competir "en tiempos de crisis". Los 2.200 euros que ingresa al mes se complementan con la publicidad y la Beca ADO (18.000 euros anuales), pero nunca alcanzará las grandes cifras de Cristiano o Messi. De hecho, los ingresos anuales de Belmonte los consigue el portugués del Real Madrid en apenas dos días de trabajo. Una diferencia que no pone de manifiesto el trabajo de la badalonesa, humilde por naturaleza, y agradecida por convicción. "Estar con la UCAM es muy importante; el apoyo que me dan es fundamental. Estoy contenta", añadió.

"El equipo de natación somos muchos nadadores y entre todos hacemos un gran papel. No puedo compararme con Nadal ni con Gasol. Ni mucho menos. Ellos juegan en otra Liga. Nunca seré como ellos", explicó Belmonte, que el pasado verano se convirtió en la primera nadadora española en conseguir medallas en Juegos Olímpicos, Mundiales y Campeonatos de Europa. Tras las dos platas y el bronce cosechado el pasado mes de agosto en Barcelona, la de Badalona terminó "muy satisfecha". "El objetivo estuvo más que cumplido aunque faltase el oro. Después de un comienzo de temporada difícil, me marqué mejorar el número de finales. En 2011 llegué a una, y este verano estuve en seis", recordó.

Por otro lado, Mireia dejó claro que aún está por verse su mejor versión. A sus casi 23 años, la badalonesa se centra en la Copa del Mundo, que retoma su actividad este fin de semana con la cita de Moscú. "He empezado a entrenarme hace poquito y tenga la cabeza puesta en esa cita", dijo. "Ojalá pueda hacerlo como la otra vez", añadió en referencia a su actuación en Berlín, donde rebajó el récord mundial de los 400 y 800 libres en piscina corta. Además, reconoció que todavía no piensa en Río 2016: "Primero me tengo que clasificar, intentaré luchar al máximo, como siempre, pero aún queda muchísimo. Estaremos ahí, claro que sí, pero pueden pasar muchas cosas en tres años".