El DKV Joventut ha presentado este martes un concurso de acreedores con el fin de "asegurar el futuro económico" de la entidad, que arrastra una deuda acumulada de 10 millones de euros, y con la que pretende conseguir el equilibrio económico a largo plazo.

Según el club, se acogen al concurso para mantener la entidad y sus activos, mientras se desarrolla un plan de viabilidad y se busca un convenio con los acreedores del club.

El primer paso para salir de la crisis lo dieron este verano, cuando rebajaron el presupuesto de la entidad de los 8,5 millones de euros iniciales a unos 5 millones de euros.

No obstante, no ha sido suficiente y es que el club mantiene en la actualidad una deuda de cinco millones de euros con 'Caixa Laietana', de tres millones con el Ministerio de Hacienda y de dos más con 'la Caixa'. En total, diez millones de euros.

A partir de ahora, será un juez quien controle el club a nivel económico, con uno o dos gestores que tratarán de sanear las cuentas cuanto antes. A favor del club cuenta el patrimonio de la entidad, si bien el centro comercial 'Màgic' de Badalona, del que tienen una cuarta parte, está afectado por un ERE de la empresa propietaria, Sacresa.

El Joventut de Badalona no es el primer equipo de la ACB afectado por la crisis. Previamente, un club con la misma filosofía de cantera que la 'Penya', Club Estudiantes, y también el CB Valladolid se vieron abocados a un concurso de acreedores para mantenerse en la élite del baloncesto español.