No está siendo una buena temporada para Iker Casillas. Su error en el partido de este domingo ante el Braga es uno más de una lista que es ya demasiado larga para un portero que, se supone, es de élite. Su sueldo así lo atestigua al menos.

Sus actuaciones no están a la altura de lo gran portero que llegó a ser y pese alguna brillante actuación como la que tuvo ante el Benfica, son más los fallos garrafales que está cometiendo que las paradas salvadoras y su equipo lo está notando: el Oporto ha sido ya eliminado de la Champions y de la Europa League y en la liga lusa es tercero a seis puntos del liderato.

- No salir le costó caro: En el primer partido de la fase de grupos de la Champions, la decisión de Casillas de quedarse bajo palos y no salir a atrapar el balón le costó dos puntos claves a su equipo. Buyalski remató desde dentro del área pequeña ante la lentitud del portero español.

- Se comió una falta ante el Chelsea. En el partido de la primera fase ante el Chelsea de Mourinho, una falta lanzada por Willian se coló por ‘su palo’ sin que Iker siquiera se moviera para intentar detener el lanzamiento. El propio arquero admitió su responsabilidad: “Seguramente podría haber hecho mucho más, aunque es una jugada difícil porque apenas puedo ver la pelota. Pero evidentemente eso no es ninguna excusa, la responsabilidad es mía”.

- Un mal despeje ante el Dinamo. También en la Champions, Casillas no acertó a despejar un disparo de Derlis González, jugador del Dinamo de Kiev, que no tenía demasiada dificultad aparente. El tanto supuso la sentencia para los ucranianos (0-2), resultado que a la postre fue decisivo para que el Oporto quedara eliminado de la Champions.

- Fallo garrafal ante el Vitoria Guimaraes: Posiblemente, el más evidente de todos. Un balón aparentemente sencillo se le escurrió de entre las manos, lo que fue aprovechado por Bakary Sare para marcar para el Vitoria de Guimaraes.

- El último, una salida a destiempo a 40 metros: El más espectacular de los errores de Casillas se produjo este domingo en el partido entre el Braga y el Oporto. En el minuto 92, con los Dragones perdiendo por 2-1, Iker decidió salir a unos 40 metros para intentar cortar el contragolpe rival, pero no calculó bien y Alan llegó antes, le regateó y marcó a placer.