Lewis Hamilton y Heikki Kovalainen podrían protagonizar este año una guerra interna en McLaren similar a la que se vivió la pasada campaña entre el joven piloto inglés y Fernando Alonso.

Hamilton (quinto) fue superado por Kovalainen (tercero) en el pasado GP de Malasia y acabó la carrera visiblemente enfadado con sus mecánicos por un error en boxes, que le costó casi 20 segundos: "Podría haber hecho la parada con una cerveza", dijo.

El enfado del piloto británico continuó horas después al afirmar que de no haber sido por la sanción en la parrilla de salida "hubiera podido acabar segundo". Con estas palabras, Lewis dio por hecho que hubiera sido capaz de superar a su compañero Kovalainen.

Esperaba ser el líder del equipo

Hamilton esperaba ser este año el piloto número 1 de McLaren tras el regreso de Alonso a Renault, pero lo cierto es que Kovalainen le está poniendo las cosas difíciles. El director del equipo, Ron Dennis, fichó al finlandés como relevo del asturiano, confiando en que la calidad de su protegido Hamilton haría sombra al recién llegado.

Esas previsiones se empezaron a frustrar en pretemporada dónde Kovalainen mejoró repetidas veces los registros de Hamilton. El resultado de Malasia sólo confirma el enorme potencial del finlandés, que el año pasado firmó el único podio de Renault.

El director de Mercedes, Norbert Haug, fue de los primeros en felicitar al piloto nórdico: "Heikki ha sabido aprovechar al máximo la estrategia del equipo para conseguir su primer podio con McLaren-Mercedes". No sabemos qué pensará Lewis de la estrategia de equipo, tras su error en boxes.