El presidente de la Generalitat valenciana y líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, uno de los 17 miembros de la Ejecutiva del PSOE que dimitió este miércoles, ha pedido evitar un debate "maniqueo" entre quienes ven a los críticos como favorables a abstenerse para que gobierne el PP y a los leales a Pedro Sánchez como partidarios de un Ejecutivo progresista. "Hay que abrir un debate serio, laico y no religioso, que no sea maniqueo. Yo no he pactado nunca con ninguna derecha, ni nacionalista, y otros sí".

Puig se ha pronunciado de esta forma en un desayuno informativo para presentar la imagen promocional de la Comunitat Valenciana que, coincidiendo con la festividad del 9 d'Octubre, servirá para iniciar una campaña en Madrid sobre el "problema valenciano", la falta de financiación y para "visibilizar" a esta autonomía.

Tras la tormenta política desatada a raíz de la renuncia en bloque de los críticos, Puig ha defendido que no se trata de una estrategia agresiva. "Una dimisión no son formas agresivas, otros interpretarán que puede serlo convocar un congreso exprés de forma unilateral", ha dicho en referencia a Sánchez. El secretario general de los socialistas valencianos también se ha referido a su consellera de Sanidad, Carmen Montón, que no ha dimitido pero tampoco tiene previsto acudir este jueves a la Ejecutiva. "Es leal tomar esa decisión si crees que no hay otra salida, como lo es permanecer", ha dicho. Además, ha añadido que tiene su "confianza como responsable de la Sanidad" valenciana.

Puig ha reiterado que se consideraba "dimitido de facto" desde la negativa de Pedro Sánchez a aceptar la propuesta de una candidatura valenciana conjunta de los partidos de izquierdas para el Senado. "No la efectué oficialmente porque no quería perjudicar a mi partido" en aquel momento, ha asegurado. "Ahora que hay un debate abierto en canal y que se intentaba convocar un congreso exprés" ha considerado que debía dimitir. Respecto a sus ausencias de las reuniones de la Ejecutiva, lo ha achacado a este desencuentro con Sánchez.

"Tiene que haber un debate en el PSOE en el que se plantee la verdad, no se puede seguir engañando a los ciudadanos. Se decidió que primero se abordaba la gobernabilidad y después vendría el congreso para regenerar la socialdemocracia. Ahora no podemos confundir la situación", ha añadido. Ximo Puig ha insistido en varias ocasiones en que en estos momentos "no es posible un Gobierno de progreso en España, Ciudadanos y Podemos ya han dicho que no van a ir juntos. La suma es imposible", ha añadido el jefe del Consell. Además, ha pedido una "voz propia" para los socialistas valencianos en el debate interno, que debe ser "abordado tranquilamente y sin apriorismos".

Puig ha denunciado que había "una situación de falta de diálogo" entre el secretario general y los barones autonómicos. "¿Cómo es posible que no se consultara a los líderes territoriales con un proceso de formación de Gobierno en marcha?", se ha preguntado. En esta línea, ha defendido su visión de España más allá del centralismo. "Hay gente que hace política pensando solo en Madrid. Yo no, para mí lo prioritario es lo que pasa en la Comunitat Valenciana", ha dicho.

Preguntado por las posibles consecuencias de la crisis socialista en el Consell que preside, Puig ha dicho que su prioridad es el Gobierno valenciano que comparte con Compromís con el apoyo de Podemos. "Mi compromiso es con los valencianos, hayan votado lo que hayan votado, y el Gobierno del Botánico"

Puig ha dicho que piensa ser "absolutamente respetuoso" con todos los compañeros de partido, "incluso con los que me están insultando gravemente todos los días".

El líder de los socialistas valencianos considera que, "como se han alterado las formas, ha de ser la comisión gestora que tenga la confianza del Comité Federal" la que tome las riendas del partido. Y, sobre todo, abordar el debate sobre la gobernabilidad: "Hay que decidir, quizá para ir a unas terceras elecciones, pero lo que no se puede es seguir engañando a los militantes y a los ciudadanos".

"Nadie quiere gobernar con el PP, yo menos que nadie, y la posibilidad de hacerlo debería estar condicionada. Ahora hay que residenciar este debate con las pautas que maque el Comité Federal. Habrá que decidir cuál es el camino, que en cualquier caso es muy difícil", ha manifestado, para añadir: "Yo creo que el PSOE debe ser siempre alternativa a la derecha".

En cuanto a las posibles soluciones a la guerra interna desatada en el PSOE, Puig ha dicho que quiere "curar las heridas" cuanto antes, o al menos contribuir a ello. "Mi experiencia de años me dice que hay heridas que tardan demasiado tiempo en curarse". En una situación como la actual, aboga por buscar "alternativas y soluciones y no cavar más la fosa. Se trata de establecer un diálogo sensato" entre las diferentes sensibilidades, apunta Puig.

El presidente valenciano considera que la fórmula "un militante, un voto" es la más adecuada para elegir el liderazgo. "Cada militante votará. Yo luché siempre por ello. Algunos de los que hoy gritan se opusieron en el Congreso de Servilla", ha explicado.