Una broma inesperada

1, 2 y... ¡agua! Esta chica estaba tranquilamente sentada en una silla, cuando le empiezan a tirar globos que ella muy feliz explota, de hecho, desde que aparece el primero de ellos no deja de sonreír. Pero la situación cambia radicalmente cuando con el tercer globo, de distinto color, mayor tamaño y tirado desde una mayor altura, la chica se empapa. Además, nunca podrá culpar a nadie de lo sucedido puesto que es ella misma la que se lo explota en la cara.