La Gran Vía vuelve a la normalidad

Diez de la noche del ocho de enero: fin de las restricciones al tráfico en Gran Vía. Se acaba una medida que ha servido como ensayo para los planes del ayuntamiento: que sólo el transporte público circule por ella antes de que acabe la legislatura, es decir, en dos años. La medida genera división de opiniones entre quienes viven en el centro y valoran la calidad del aire, quienes creen que es necesario planificar mejor y los que visitan Madrid sin coche y agradecen el espacio para pasear. Los que no le encuentran la parte positiva son los comerciantes.