Un pequeño grupo del partido animalista PACMA se ha citado en Torroella de Montgrí con un claro objetivo, "intentar grabar los correbous o actos taurinos", aclara Pilar Ferrándiz, la coordinadora de PACMA en Girona. Pero en el acceso al recinto se han encontrado con un cartel que lo impedía, porque este año la organización ha tomado nuevas medidas para evitar posibles altercados. A la hora prevista, comienza el espectáculo. Una moción aprobada en mayo declaraba esta localidad un lugar libre de correbous. Si se cumple lo previsto, estas serán las últimas corridas después de 37 años. Pero muy a pesar de algunos durante todo el fin de semana las vaquillas saldrán al ruedo, ajenas a la polémica que las envuelve. Este año lo harán frente a 2.000 personas que no se quieren perder el último correbous de la historia que se celebra en toda Girona.