Uno a uno sus compañeros reproducen ese último trayecto que Mohamed realizó. Un viaje que termina allí donde encuentran su cuerpo ensangrentado y donde ahora las flores camuflan las manchas de sangre. Fue un vecino quien dio la voz de alarma. Al parecer, le asestaron las puñaladas dentro del coche. El trató de salir y pedir ayuda, pero se desplomó de inmediato. 

Atrás dejó el taxi con la puerta abierta, el motor encendido y el taxímetro puesto. Tenía 43 años y dos hijos, uno de cinco años y un bebé de meses. Un drama para su familia y también para sus compañeros que llevan años denunciando la inseguridad en el sector. Además, a pocos metros del lugar de los hechos, la Policía halló el cuchillo homicida. La investigación sigue abierta: la principal hipótesis podría ser el robo, pero no se descarta ninguna otra.