Tras el mortal tsunami de Indonesia, las ambulancias del país no han dado abasto para trasladar a los numerosos heridos. Mientras, los que han salido ilesos se hacinan en los refugios. "Estoy traumatizado", ha asegurado un pescador. "Cuando estaba repostando combustible, una ola gigante me arrastró con toda mi familia".Otra mujer explica que estaba en casa viendo la tele, cuando oyó un ruido. Abrió la puerta y el mar se la llevó. Pero de repente retrocedió y pudo escapar corriendo de una segunda ola. Según las autoridades, la mayoría de las víctimas eran de la zona, pero también hay bastantes visitantes. "El agua llegó muy rápido y engulló a muchas personas que corrían", relata otra superviviente.