Algunos pequeños videojuegos que hicieron grandes a sus creadores

Las personas que ayudaron a construir la poderosa industria del videojuego actual, personalidades que hoy son consideradas grandes figuras del mundillo como Shigeru Miyamoto o Will Wright, fueron un día jóvenes ambiciosos que empezaron su camino hacia el éxito de la forma más modesta imaginable.

Videojuegos sencillos, buenas ideas bien trasladadas al terreno del ocio interactivo se convirtieron en referentes para juegos posteriores y elevaron a sus creadores a la categoría de mitos. Sus obras, que podrían ser las de cualquier programador o diseñador actual, llegaron en el momento justo y con la dosis de talento exacta para descubrir la fórmula del éxito.

Éstos son algunos ejemplos:

Donkey Kong (1981)

El juego que vio nacer a Mario, la que sería la futura mascota de Nintendo. En esta primera aventura se llamaba simplemente Jumpman y su objetivo era salvar a la bella Pauline del agresivo gorila Donkey Kong. El juego constaba de tres pantallas, la primera de las cuales, en la que hay que ascender por una construcción subiendo escaleras y saltando barriles, es una de las más populares y versionadas de la historia.

Fue desarrollado por Shigeru Miyamoto, un joven artista contratado por Nintendo para desarrollar uno de sus primeros juegos para máquina recreativa. La división americana de Nintendo había fracasado con un videojuego que se pensaba que sería un éxito y necesitaban otro que lo compensase. Miyamoto creó Donkey Kong y obtuvo un éxito instantáneo.

Raid on Bungeling Bay (1984)

Este juego de helicópteros para Commodore 64 fue el primer título desarrollado por Will Wright. Se trataba básicamente de un juego de disparos en 2D muy alejado del tipo de títulos que desarrollaría posteriormente (Sim City, Los Sims...).

Sin embargo, ya se apreciaban algunos de los aspectos que más le interesaban, como la evolución de los entornos: los recursos de los enemigos, por ejemplo, iban mejorando con el tiempo.

El verdadero antecedente de los God Games (juegos en los que el jugador puede controlarlo prácticamente todo, casi como si fuese un dios) lo creó años más tarde, se llamó SimAnt y emulaba la organización de las colonias de hormigas.

Según ha explicado el propio Wright, se inspiró en el habitual gusto de los niños por jugar con los insectos.

Sid Meier's Pirates! (1987)

El primer juego que llevó el nombre de Sid Meier en su título. De joven, Meier era una apasionado de la construcción de maquetas y un aficionado a los juegos de mesa que se interesó por la informática cuando ésta aún estaba muy poco desarrollada. Su ambición le llevó a intentar combinar todas estas pasiones, por lo que convenció a Bill Stealey, un comandante de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, de que era posible crear simuladores de vuelo en un ordenador. Juntos fundaron la empresa MicroProse para desarrollar dichos simuladores.

Pero los gustos de Meier iban mucho más allá. Decidió crear Pirates!, un juego que invitaba al jugador a vivir la vida de un pirata. Fue su primer gran éxito. Después llegarían la serie Tycoon, de creación y desarrollo de infraestructuras, y el exitoso Civilization, un juego de estrategia (el primero de estrategia por turnos de la historia) en el que había que desarrollar una civilización.