El 19 de julio de 1808 fue un día especialmente caluroso en la provincia de Jaén. Esta circunstancia meteorológica del sur de España se menciona como una de las claves que condujeron a la primera derrota del ejército francés en campo abierto tras siete años de dominio absoluto en Europa. Esta derrota se produjo en Bailén, donde ese día confluyeron de casualidad los ejércitos del mariscal francés Dupont y las tropas del general Castaños y el teniente general Teodoro Reding Von Biberegg, español de origen suizo y al que se considera verdadero artífice de la victoria.
El 19 de julio de 1808 los españoles infligieron al ejército francés de Napoleón su primera gran derrota en campo abierto
Volviendo al tema del calor, destacar por qué en el escudo de la ciudad de Bailén figura un ánfora de agua agujereada como por un disparo. Porque además del hispano-suizo Reding fueron las aguadoras de esta localidad las que jugaron un papel determinante al proporcionar agua durante aquella tórrida jornada (las fuentes señalan que se alcanzaron los 40 grados) a las tropas españolas, formadas por militares, partisanos y hasta por garrocheros andaluces. Su arrojo en mitad de una batalla que se prolongó más de nueve horas queda reflejado para siempre en el emblema de su pueblo. Los franceses no contaron con este suministro clave.
Bailén, una ciudad monumental
La batalla de Bailén se ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos de esta localidad de la comarca de Sierra Morena, en la provincia de Jaén. El término municipal de Bailén ofrece paseos por sus parques y plazas más emblemáticas, donde se puede conocer a los diferentes protagonistas de la famosa batalla. La Plaza Reding está dedicada al militar español de origen suizo, con una estatua realizada en bronce y una plaza donde reza el siguiente epitafio: “Triste Patria, llora sin medida la prematura muerte del famoso D. Teodoro Reding que dio su vida por conservarte en tiempo proceloso. A su cadáver da acogida y espera que en estilo más copioso de Bailén se amplifique la victoria, se ensalcen sus virtudes y memoria”.
La Batalla de Bailén se ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos de esta localidad de la comarca de Sierra Morena
Otra destacada es la Plaza de España, que alberga el busto en bronce del general José de San Martín, donado por el Instituto Sanmartiniano en julio de 1972. Este militar argentino participó entonces como oficial en la batalla contra los franceses. Y la tercera plaza importante es la de la Constitución, donde está el señorial edificio del Ayuntamiento, en cuya fachada destaca el escudo de armas de Bailén junto con el reloj y la torreta que hubo que construir para el mismo. Hoy se observa un cronógrafo electrónico adquirido el 15 de octubre de 1982, ya que han sido varios los que han marcado el paso del tiempo, haciéndose necesario desprenderse de ellos debido a las rápidas averías que sufrían los antiguos.
Museo de la Batalla
Junto a la Plaza Príncipes de Asturias, en la calle Pérez Galdós, 19, junto a la zona comercial y de restauración se encuentra el Museo de la Batalla de Bailén. El edificio que lo alberga se levanta sobre lo que fue un antiguo caserón conocido de forma popular como “Casa de los Martínez”, con el fin de albergar una exposición permanente alusiva a la Batalla de Bailén del 19 de julio de 1808. Remontándonos a fecha de la batalla, en este mismo emplazamiento estaba ubicada una “casa de postas”, situada a las afueras de la villa al margen del Camino Real y que dada su proximidad al campo de batalla hizo las veces de hospital de sangre donde atender a los heridos caídos en esta jornada.
El llamativo edificio del museo presenta una forma alegórica de “cañón”, pieza de artillería que fue primordial en el desarrollo de la batalla
El arquitecto encargado de la redacción del proyecto técnico del museo fue Rafael Ozáez Gutiérrez, en el cual plantea una nueva construcción formada por sótano y tres plantas más ático que suman un total de 1.500 m2 construidos. El llamativo edificio presenta una forma alegórica de “cañón”, pieza de artillería que fue primordial en el desarrollo de la batalla. Asimismo, en el patio exterior dos grandes cúpulas esféricas simbolizan la munición de esta gigantesca pieza de artillería.
Iglesias y ermitas
El museo se inauguró el 19 de julio de 2008, coincidiendo con el bicentenario de la batalla. A lo largo de este tiempo el museo ha sufrido una serie de remodelaciones y reformas, adaptando y ampliando su contenido para convertirse en una experiencia visual, interactiva y novedosa donde se pueda indagar en profundidad de una forma amena y didáctica la historia de Bailén.
Otro monumento destacado de Bailén es la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, declarada Monumento Histórico
Otro monumento destacado de Bailén es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación, construida en el siglo XV en estilo gótico isabelino y declarada Monumento Histórico. También destacan las ermitas de Nuestra Señora de la Soledad (siglo XV), de estilo gótico; las ermitas de Jesús y de El Cristo, ambas de estilo barroco (siglo XVIII); la de la Virgen de Zocueca, construida entre los siglos XVII y XVIII, y la Parroquia de San José Obrero, junto con su barrio, que celebra fiestas en su honor el día 1 de mayo.
Aceite y barro
La ciudad jienense destaca también por la calidad de su aceite de oliva, elaborado con la variedad de aceituna denominada picual, de cierto toque amargo y picante. La alfarería tradicional en barro y arcilla, realizada a mano en talleres, también es otro de los atractivos y las singularidades de Bailén, como se ha visto en su escudo.
La película
El 23 de noviembre llega al cine la película “Napoleón”, dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Joaquin Phoenix, que ha levantado grandes expectativas. Este estreno es una buena excusa para visitar la ciudad española que marcó un antes y un después en la trayectoria del militar y emperador francés.
El 23 de noviembre llega al cine la película “Napoleón”, dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Joaquin Phoenix
Tras ser obligado a abdicar y durante su destierro en la isla de Elba, el emperador dejó escrita la siguiente reflexión: “Todas las circunstancias de mis desastres vienen a vincularse con este nudo fatal: la guerra de España destruyó mi reputación en Europa, enmarañó mis dificultades y abrió una escuela para los soldados ingleses”. Napoleón acabó perdiendo su guerra con España, pero también acabó ensalzando a España y los españoles: “Los españoles todos se comportaron como un solo hombre de honor. Enfoqué mal el asunto ese; la inmoralidad debió resultar demasiado patente, la injusticia demasiado cínica y todo ello harto malo, puesto que ha sucumbido”.
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