La Selva de Irati nos regala 17.000 hectáreas de naturaleza salvaje. Aunque merece la pena visitar este bosque de hayas en cualquier época del año, hacerlo en otoño es una buenísima opción si queremos pasear en un tupido manto naranja de una belleza sin igual.
La naturaleza del Valle de Baztán nos trasportará de lleno a un mundo de magia, brujas y aquelarres. Aquí no solo podremos caminar a través de misteriosos bosques, sino que muy cerca encontraremos las famosas Cuevas de Zugarramurdi, protagonista de todo tipo de leyendas relacionadas con la brujería.
El Parque Natural del Montseny está coronado por las cimas del Turó de l'Home, el Matagalls y Les Agudes. Entre ellos corren los ríos Congost, Tordera y la Riera Major. El resultado es una vegetación frondosa y una fauna abundante.
El Bosque de Muniellos es el mayor robledal de España y uno de los mejores conservados de Europa, y cuenta con ejemplares de hasta seis metros de diámetro. Además, también encontraremos hayedos, abedules, acebos y tejos.
Con la llegada del otoño, el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido aumenta si cabe su belleza. En el corazón de los Pirineos, nos brinda paisajes tan espectaculares como el Tozal del Mallo, la Cascada del Estrecho, las Gradas de Soaso o el Bosque de las Hayas.
Rodeado de olmos y hayas, el nacimiento del río Urederra es un pequeño espacio de aguas turquesas que contrastan con la vegetación naranja durante el otoño. Y esto se completa con una pequeña cascada que no hace más que añadir belleza al lugar.
El hayedo de Otzarreta es un lugar simplemente mágico. Este se encuentra en el Parque Natural de Gorbeia y nos brinda la oportunidad de pasear por un ambiente tranquilo, rodeados de preciosas hayas y con el río Zubizabala serpenteando por en medio. Todo ello acompañado del crujir de las hojas bajo nuestros pies.
Hacer una ruta a través del Castañar de El Tiemblo es algo espectacular. Es uno de los bosques más bonitos del país y el de mayor extensión del Sistema Central, y nos brinda la oportunidad de caminar entre hayedos, robles y castaños.
Fragas do Eume es uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa. En sus 9.000 hectáreas atravesadas por el río Eume encontraremos desde árboles centenarios, cascadas, fuentes e impresionantes cañones de 300 metros de altura hasta dos antiguos monasterios que convierten el lugar en un escenario de cuento de hadas.
El Saut deth Pish está formado por dos impresionantes cascadas y es uno de los puntos más visitados de toda la Val d’Aran. Mientras que la más pequeña tiene una altura de solo 5 metros, la otra alcanza los 20 metros.
El Parque Natural de Gorbeia se extiende entre las provincias de Álava y Vizcaya. En este espacio natural encontraremos desde zonas rocosas hasta suaves pastos, además de cascadas y bosques de hayedos y robledales.
El hayedo de Montejo, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad, esconde en sus 222 hectáreas una fauna y flora espectacular. Además del bosque de hayas, destacan los robles centenarios, la vegetación de ribera del cauce del río Jarama y los pinos silvestres.
La Devesa da Rogueira es un precioso bosque en la sierra de O Courel, una reserva natural muy importante en Galicia por sus valores botánicos. En este paraje podremos hacer una gran variedad de rutas de senderismo.
luisVilanovaA lo largo de 50 kilómetros el río Asón serpentea en el norte de España, concretamente en tierras cántabras. En su punto de inicio nos encontramos uno de los paisajes más espectaculares para visitar en otoño: la Cascada del río Asón, un enorme salto de agua que alcanza los 50 metros de altura.
La Fageda d'en Jordà es un espectacular bosque de hayas que crece sobre la colada del volcán del Croscat en la comarca de La Garrotxa. Solo con pasear entre sus árboles y sentir la paz del lugar nos damos cuenta de por qué este enclave ha sido la inspiración para poetas y pintores a lo largo de los años.