Si la mayoría de películas que se han rodado en la Toscana son historias románticas será por algo, ¿no? Y aunque no hay que esforzarse mucho para que este viaje derroche romanticismo, aquí va una ruta especialmente pensada para dar largos paseos de la mano entre los pueblos más coquetos, atardeceres llenos de abrazos en los miradores más bucólicos y noches idílicas en las que disfrutar de la gastronomía de la zona bajo la luz de las velas.
Empezando fuerte
Sin duda, la parte más romántica de la Toscana es Siena y los pueblos que la rodean. Esta joya medieval es perfecta para pasear despacio, sin prisas, y así poder fijarse en cada uno de los magníficos detalles que salpican esta pequeña ciudad que en su día fue una de las más importantes de Europa. No cometas el error de pasar solo el día y salir corriendo a tu siguiente destino. La plaza principal, Il Campo, por la noche es todavía más bonita si cabe y comerte un helado sentado en la parte alta admirando el Palazzo Pubblico y la alta Torre de Mangia será uno de los momentos que siempre recuerdes de este viaje.
La imagen típica
Cuando piensas en la Toscana se te viene inmediatamente a la cabeza la típica imagen de suaves colinas, villas a las que se llega por un camino de cipreses, carreteras secundarias que bordean campos de olivos y que nos llevan a pueblos en los que parece que se ha detenido el tiempo. Pues eso, justo eso, es lo que te encuentras al sur de Siena, tanto en Pienza como en San Quirico d'Orcia, dos paradas imprescindibles junto a Montepulciano, algo más grande y también más turístico. Perderte entre sus callejuelas y asomarte a sus miradores es lo que buscas.
Las carreteras secundarias de la Toscana nos llevan a pueblos en los que parece que se ha detenido el tiempo
Además, uno de los protagonistas de la gastronomía de la zona son sus vinos locales, que todo el mundo sabe que maridan muy bien con los momentos más románticos.
Dos paradas de altura
Entre Siena y Florencia hay dos joyas que merecen una parada. Volterra y San Gimignano. La primera es una ciudad medieval amurallada y la segunda es conocida por sus altísimas torres. Dos de los rincones más admirados de toda Italia.
Los clásicos
Si es la primera vez que viajas a esta zona de Italia, hay visitas que son imprescindibles. Florencia, aunque esté a rebosar de gente, siempre es espectacular y la foto junto al Ponte Vecchio es tan necesaria como en la que apareces aguantando (o empujando, tú verás) la torre de Pisa.
Si has llegado hasta Pisa, desvíate un poco para visitar Lucca, el pueblo que se conoce como "la ciudad de las cien torres y las cien iglesias"
Y ya que has llegado a Pisa, desvíate un poco al norte para visitar la preciosa Lucca, un pequeño pueblo al que se le conoce como "la ciudad de las cien torres y las cien iglesias" y cuya plaza es tan encantadora que le darás varias vueltas. Bueno, igual que querrías hacer con toda la Toscana cuando termines esta ruta.
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