Existen tantas formas de viajar como turistas hay en el mundo y mientras están quienes prefieren hacerlo en plan mochilero, otros apuestan por las rutas en autocaravana o se decantan por el lujo original a través de los llamados 'glampings'. No en vano, entre todos los tipos de turismo por los que podemos elegir, hay algunos más especiales, que no son tan conocidos e, incluso, algo controvertidos. Hablamos del tanatoturismo.
También llamado turismo negro u oscuro, se trata de una modalidad de turismo que consiste en visitar destinos macabros, terroríficos y, la mayoría de ellos, muy relacionados con la muerte. Algo que no causa la misma devoción entre todas las personas, pues a esta práctica le rodea cierta polémica, ya que hay quienes piensan que visitar algunos de estos lugares es poco ético o una falta de respeto para víctimas y familiares.
Entre los lugares más populares de este tanatoturismo destacan cementerios, casas abandonadas, campos de concentración y hasta el escenario de crímenes reales, así como rutas que recrean los pasos que dio determinado asesino. También se trata de viajar a sitios en los que hubo un gran desastre natural o una prisión famosa de alta seguridad. ¿Lo más curioso? Algunos destinos se encuentran en España.
Campo de concentración de Auschwitz (Polonia)
El campo de concentración de Auschwitz, en Polonia es uno de los lugares más populares, tanto para quienes practican el turismo negro, como quienes lo incluyen en su ruta de visita por el país. Fue durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis crearon campos de trabajo y de exterminio con el fin de mantener presos y exterminar a judíos, comunistas, anarquistas, socialistas, homosexuales... entre otros. El de Auschwitz Birkenau fue uno de los más sangrientos, pero no el único.
Catacumbas de París (Francia)
Las catacumbas de París son uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. Reciben al año casi 550.000 visitantes y tienen su origen en el siglo XVIII, cuando debido a los graves problemas de salubridad provocados por los cementerios de la ciudad se decidió trasladar sus contenidos a un lugar subterráneo. Se han registrado cerca de 6 millones de esqueletos, algunos anteriores a la Edad Media.
Las ruinas de Belchite (España)
Las ruinas de Belchite son el reflejo de una de las batallas más duras de la Guerra Civil española: las batalla de Belchite, que tuvo lugar en el año 1937, concretamente entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre. En lugar de su reconstrucción, el régimen franquista decidió crear un pueblo nuevo al lado, conocido como Belchite nuevo, dejando intactas las ruinas del anterior. El conjunto se conoce como Pueblo Viejo de Belchite y ha adquirido gran popularidad en los últimos tiempos, gracias al auge del turismo negro, así que se puede visitar parcialmente.
El genocidio de Ruanda (Ruanda)
Entre las páginas más tristes y brutales de la historia de la humanidad, se encuentra el genocidio de Ruanda, que causó hasta 1 millón de muertes en 1994. De aquella tragedia se conservan dos enclaves conmemorativos que son muy visitados hoy en día: el centro de la memoria del genocidio Murambi y el memorial del genocidio de Ntarama.
La prisión de Alcatraz (Estados Unidos)
En agosto de 1934 esta isla, ubicada en San Francisco, se convirtió en una de las prisiones con más seguridad del mundo. Durante los 29 años que estuvo en uso, por la cárcel pasaron célebres criminales como Al Capone, Robert Franklin Stroud (el 'Hombre Pájaro de Alcatraz'), o Alvin Karpis, quien pasó más tiempo en Alcatraz que cualquier otro recluso.
El memorial de Hiroshima (Japón)
El Museo Memorial de la Paz de Hiroshima es otro destino destacable entre los amantes del turismo negro. Hiroshima fue la primera ciudad en ser atacada con una bomba atómica y el museo se erigió en honor de las víctimas, que en total fueron de 120 a 226 mil personas. En él, además, se encuentran las ruinas de la Cúpula Genbaku, uno de los pocos edificios que permaneció en pie cerca de la zona de impacto.
El Cementerio de Glasnevin en Dublín (Irlanda)
Aunque es una localización obligatoria en el itinerario de cualquier tanatoturista, ningún viaje a Dublín está completo sin visitar el Cementerio de Glasnevin, pues se trata de uno de los lugares más significativos históricamente de toda Irlanda. Allí están enterrados los héroes que dieron forma a la nación, así como otras figuras icónicas.
Memorial del 11S en Nueva York (Estados Unidos)
El atentado de las torres gemelas marcó un antes y un después en la ciudad de Nueva York y, entre los muchos homenajes que se han hecho a lo largo del tiempo a sus víctimas, se encuentra el 'National September 11 Memorial & Museum'. Un espacio que recuerda a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001, pero también el atentado del World Trade Center de 1993 y que, sin duda, merece la pena visitar.
Las ruinas de Pompeya (Italia)
Pompeya es un destino con alto valor histórico, pero también un lugar indicado para los que busquen recordar cómo fue la tragedia, al ser destruida durante la erupción del Vesubio del año 79. Muchos de sus habitantes fallecieron debido al flujo piroclástico y sus cadáveres y otros restos humanos se conservan fosilizados en aquella zona.
El Valle de los Caídos (España)
Renombrado como Valle de Cuelgamuros, el Valle de los Caídos es un conjunto monumental situado en San Lorenzo de El Escorial que, entre otras cosas, ejerce como reclamo del turismo oscuro. Siempre rodeado de polémica dentro y fuera de nuestro país, es el mayor reflejo de la dictadura de Francisco Franco en España y, según Patrimonio Nacional, se trata de uno de sus monumentos con mayor número de visitas.
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