"De la Guerra Civil hay mucho escrito y hablado, pero sobre la posguerra muy poquito", recalca José Carlos González, presidente de la Asociación para la Memoria Histórica Los Barracones. Lo que empezó siendo una agrupación de vecinos del pueblo de Bustarviejo, ha trascendido lo local y cada vez cuenta con más socios.
Todo ese proyecto busca poner en valor la memoria histórica, con un representativo elemento como eje central: un destacamento penal franquista que se conserva en la localidad. La asociación tiene un objetivo claro: hacer que esa etapa de la historia de nuestro país no se olvide, y por ello organizan visitas guiadas totalmente gratuitas a ese antiguo campo de trabajo. De hecho, es el único que se conserva y se puede visitar en España.
Mano de obra esclava
El destacamento penal de Bustarviejo "se construyó en la posguerra para hacer trabajos civiles como minas, presas de pantanos, carreteras, tendido ferroviario...", explica a 20minutos José Carlos González. Todas esas obras se levantaban usando como mano de obra a presos políticos y tal como cuenta González, "lo más conocido que se hizo con este sistema es el Valle de los Caídos".
En esa época, los presos podían acogerse a la redención de penas por el trabajo, es decir, un sistema con el cual por cada día que trabajaban en estos campos, les quitaban dos o tres días de pena, reduciendo así su tiempo de condena. "Pero no dejaba de ser una cárcel donde se abusaba de los presos, ya que eran mano de obra prácticamente esclava a la que le pagaba un tercio de lo que le hubiesen pagado a un trabajador libre", detalla.
A los presos de Bustarviejo se les mandó construir parte de la vía ferroviaria que va de Chamartín hasta Somosierra, un tramo del directo Madrid-Burgos. Para esta obra se levantaron nueve destacamentos en total (Chamartín, Fuencarral, Colmenar Viejo, Soto del Real, Miraflores, Bustarviejo, Valdemanco, Garganta y Somosierra), pero tal y como apunta el presidente de la asociación, “de ellos no quedan más en pie que el de Bustarviejo, los demás están en los cimientos”.
Condiciones inhumanas
Visitar el destacamento penal de Bustarviejo nos acerca de una manera brutal a esa etapa de la historia. Allí se pueden ver desde los barracones hasta las letrinas donde hacían la higiene casi 200 personas. "Era un sitio inhumano, sin fuente de calor, con agua casi helada para ducharse...", explica González. El campo de trabajo estaba formado por tres dormitorios con una capacidad de 60 personas, de manera que "llegaron a estar hacinadas casi 200 personas, que solo tenían una manta que desenrollaban en el suelo para dormir", señala.
Desde el año 1944 y hasta el 1952, el penal de Bustarviejo estuvo en funcionamiento. Después de que el Estado lo abandonase, los ganaderos de la zona los utilizaron como cuadra de ganado, de manera que pudo conservarse hasta nuestros días. Esto no fue lo que ocurrió con los otros destacamentos, que fueron abandonados y quedaron en total ruina; incluso “muchos ayuntamientos los quitaron porque les daba vergüenza tener eso en sus municipios", puntualiza González.
La asociación realiza visitas guiadas de dos horas a las instalaciones todos los primeros sábados de cada mes (excepto agosto) con el objetivo de remarcar esa época ya casi olvidada del pasado. Empiezan a las 11 de la mañana partiendo de la estación de tren de Bustarviejo, que también construyeron los presos, y son accesibles para personas de cualquier edad y condición física. Los visitantes continúan andando por la vía, que dejó de funcionar en el año 2000, y 500 metros después llegan al destacamento. Incluso, como nos cuenta González, "han venido familiares de presos que estuvieron allí".
"Enseñamos todo el complejo en general, porque también están las garitas de la policía armada y 40 o 50 chozas donde vivían los familiares de los presos, porque donde iba el preso iba su mujer y sus hijos", detalla González. Se trata de casas de cuatro metros cuadrados hechas con piedras de la zona y con un tejado vegetal. "La represión no solamente era hacia el preso, sino que también llegaba hasta la familia, que dependía económicamente de este", puntualiza.
A la visita se suma un museo en el cual se explica la historia de los destacamentos. En las vitrinas se exponen restos arqueológicos que han ido poco a poco recuperando de la vida cotidiana de los presos y sus familias: cubiertos, zapatos, sartenes...
Más actividades sobre la memoria histórica
La Asociación para la Memoria Histórica Los Barracones continúa su ardua labor por divulgar esa historia que "está muy poco difundida a nivel popular; los colegios, institutos y universidades pasan de puntillas por esta etapa de la historia, esa posguerra que fue casi más sanguinaria que la guerra", afirma González.
Además de las visitas guiadas, desde la asociación organizan muchas más actividades como jornadas, cursos, exposiciones itinerantes que van llevando a los Ayuntamientos... También realizan un concierto todos los veranos, siempre con una temática que gira en torno a la memoria histórica, por ejemplo, en homenaje a los exiliados españoles que se fueron a Francia o a los presos de nuestro país fueron llevados a Auswitch.
Para reservar las visitas guiadas hay que contactar con la asociación mediante a la dirección de correo amhlosbarracones@gmail.com
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