Un 10% de la población española es inmigrante y su repercusión en la fuerza laboral va en aumento. La tasa de actividad de la población extranjera, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) es del 75,33%. De hecho, en el cuarto trimestre de 2007 el 14,10% de los ocupados en España eran extranjeros.

Las cifras relativas al volumen de contratación por la empresa de trabajo temporal Randstad son similares: en 2006, el total de inmigrantes contratados suponía el 16% del total de personas a las que Randstad consiguió un empleo. En 2007, ese porcentaje aumentó hasta el 21%. En el último año la contratación de trabajadores extranjeros ha crecido un 31%.

Lugares de procedencia

Ciudadanos de Centroamérica y Sudamérica representan hasta un 43% del total del total de las personas que vienen a trabajar a España. En segundo lugar se encuentra África, de donde proviene un 32,8%: un 23,2% del norte del continente y el resto del África subsahariana.

También han experimentado un crecimiento los trabajadores que llegan desde Europa del Este, que ya llegan al 33% del total.

Por países, Ecuador sigue siendo el país con mayor número de trabajadores en España, con un 13% de empleados, aunque reduce su número respecto a 2006, año que finalizó con un 16,2% de empleados ecuatorianos. A continuación se encuentra Marruecos con el 11%, que en 2007 superó a Colombia, que se mantiene en el 10% en cuanto a la aportación en el número de trabajadores.

Provincias con mayor concentración de extranjeros

Las provincias con un mayor porcentaje de trabajadores extranjeros son Girona (38%), Zaragoza (33%), Guadalajara (33%), Lleida (32%), Baleares (30%), Castellón (30%) y La Rioja (28%). Mientras, en el sur del país es donde se registran, en general, los porcentajes más bajos, como es el caso de Cádiz (2%), Sevilla (2%) o Málaga (12%).

La media de edad de los trabajadores extranjeros es mayor que la de los españoles. Entre 25 y 54 años es el principal tramo de edad, teniendo un peso importante la horquilla de 30 a 39 años. Este dato contrasta con la media de edad de los trabajadores españoles, en el que el grupo más numeroso es el de jóvenes de 16 a 24 años.