Donna Leon: "Rajoy es tan escurridizo como una mano sudada; así lo vemos fuera"

Donna Leon acaba de publicar 'El huevo de oro'
Donna Leon acaba de publicar 'El huevo de oro'
Jorge Paris
Donna Leon acaba de publicar 'El huevo de oro'

Sin dudar ni preguntar, en un gesto tan espontáneo que apenas deja espacio a la reacción, la creadora del célebre Brunetti se pone el casco del fotógrafo. Demuestra así una naturalidad lejana a cualquier atisbo de divismo. Su manera de vivir, en Venecia (desde 1981), y no permitir la traducción al italiano (pese a estar presente en 26 idiomas, incluido el chino) de su obra para preservar su anonimato, puede que expliquen su manera de proceder. "No es bueno que te reconozcan y te traten como alguien superior, para ninguna de las dos partes", responde rápida a la inevitable pregunta del motivo por el que no quiere traducir sus novelas. Rápida, atenta y muy inteligente, Donna Leon responde sin discursos aprendidos y con absoluta seriedad. No hay teatro en esta escritora nacida en New Jersey en 1942, de donde se fue para estudiar en en Perugia y Siena.

Antes de la popularidad, Donna trabajó de guía turística en Roma, redactora de textos publicitarios en Londres y profesora en distintas escuelas norteamericanas en Europa y en Asia (Irán, China y Arabia Saudita). Ganadora de importantes premios, como el Suntory, algunas de sus novelas protagonizadas por Brunetti son Muerte en La Fenice, Muerte en un país extraño, Muerte y juicio, Mientras dormían, El peor remedio, Malas artes, La chica de sus sueños o Cuestión de fe. El último, recién llegado a España, El huevo de oro (Seix Barral), es probablemente su caso más fuerte.

¿Está de acuerdo con que éste es su caso más intenso e inhumano?

Sí, es sin duda el más contranatura de todos los que he escrito. Y también, el más intenso.

¿Por qué una víctima minusválida?

La mayoría de la gente siente simpatía y compasión hacia ellos, así que él ya era una víctima antes de que ocurriera nada. Leí sobre esa calse de minusvalías, la gente que no tiene lenguaje, y me pareció interesante profundizar.

¿Podría algún político actual protagonizar alguna de sus novelas?

No, no son interesantes los políticos actuales. Creo que una cena con cualquier jefe de Estado sería muy aburrida porque mienten y no puedes tener una conversación con ellos.

Pero aunque mientan, de algo podrá hablar...

No, en ellos todo es bla, bla y bla.

Berlusconi será muchas cosas, ¿pero le parece aburrido?

Creo que es dolorosamente aburrido.

En esta novela la codicia está muy presente, ¿es uno de los grandes males de nuestros días?, ¿incluso el que nos ha traído hasta este 'aquí'?

Es un mal típico de nuestros días. Nadie piensa en las consecuencias, simplemente es como si estuviéramos programados para querer más. Y no podemos ser más en el mundo y seguir queriendo todos más. Necesitamos tener menos. En España, por ejemplo, desafortunadamente, habéis visto cómo de un mes al siguiente tenéis menos y eso a nadie le gusta. Vosotros y Grecia sois un ejemplo, pero es algo que pronto pasará en más países. Filosóficamente es una llamada de atención, porque esto es lo que ocurre cuando todos quieren más, todos acaban teniendo menos.

¿Se percibe similitud entre España y Grecia?

Desde fuera lo vemos diferente. En España: una burbuja que estalló. En Grecia: corrupción.

¿No se percibe la corrupción española?

Desde el exterior no. Pero porque no está en los periódicos extranjeros, se centran más en el paro español, en las protestas...

¿Cree que la situación actual explica en parte la buena fortuna de la novela negra?

A la mayoría, cuando lee género negro, le gusta saber al final quién ha sido el criminal, qué ha hecho y que sea castigado. Eso no ocurre en la vida real, por eso gusta que pase en la novela negra. ¿Quién de Valencia está en la cárcel?

¿Le parece pues que estamos sedientos de venganza o justicia?

No, yo no creo que haya un instinto básico en nosotros de castigar a los malos. Además, este deseo es muy peligroso. Destruye el Estado.

¿Qué más destruye el Estado

También la corrupción destruye el Estado. Si en vez de construir un hospital te compras un barco estás destruyendo el Estado.

¿Cómo se ve desde fuera a Rajoy?

Escurridizo. Tan escurridizo como una mano sudada o las primeras gotas de lluvia. Claro que si este mismo término, escurridizo, lo usas para Clinton, entonces se convierte en halago. Yo, de todos modos, asumo de base que los políticos son deshonestos, aunque hay excepciones como en Suiza. Allí tienen su propia profesión y durante una época trabajan en política, y de ese modo se preocupan por el país. Pero si la profesión es ser político, entonces te preocupas por tu profesión, no por el país. Ésa és la raíz del mal.

Antes comentaba la importancia de saber quién es el malo y su castigo en la novela negra, pero y el porqué, ¿no cree que ésa es en realidad la pregunta fundamental por la que la mayoría lee este género?

Es en realidad para mí la única pregunta interesante. A Agatha Christie sólo le interesaba el quién, no el porqué.

¿Cree usted, después de tantos años asesinando en la ficción, que cualquiera puede llegar a matar?

No, salvo que sea en un acto de defensa. Creo que es muy difícil matar, hace falta un gran coraje para ello.  Hay coraje bueno y coraje malo, pero ambos son coraje. También hace falta coraje para robar un banco, ¿no?

¿Y para suicidarse?

Yo no podría suicidarme, pero creo que hace falta coraje.

¿La novela negra es para usted evasión y crítica?

Absolutamente. Las buenas deben tener ambas cosas.

¿No le gustan cuando sólo son entretenimiento?

No, no, en absoluto. A un escritor no puedes decirle lo que tiene que hacer. Hay gente con sentido social y escribe crítica social, pero hay otros que escriben a lo Agatha Christie. Nuestro trabajo es entretener, no juzgar. Contar una historia que a la gente le guste leer.

¿Por qué es tan celosa de su intimidad que no traduce su obra al italiano?, ¿alguna mala experiencia?

Quiero seguir siendo invisible donde vivo. Y creo que, aunque es muy amable la gente que me reconoce, no es bueno que te traten como alguien superior. Soy americana, y como tal, lOSamericanos pensamos que todas las personas son iguales. Decimos gracias y por favor al barrendero.

¿Así define a los americanos?

Bueno, los de mi generación sí somos así.

¿Y los de ahora?

Creo que los americanos de hoy están más preocupados de los ricos y los famosos.

Trabaja usted en la ópera, ¿es una pasión tan potente como la escritura?

Mucho mayor la ópera que la literatura. Y no canto porque si lo hiciera tendríais que taparos los oídos. Pero tengo buen oído.

¿Le parece que acaso sea el género negro el más adecuado como respuesta literaria a la situación actual?

Creo que sí, porque es más suave la ficción, entra mejor que un político señalando y diciendo: "haz esto". Como decía mi abuelo: "Cazas más moscas con miel que con vinagre".

¿Qué novela negra recomendaría a los políticos?

¿Estás asumiendo que leen?

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