Por ¡Boom! pasaron multitud de equipos que dejaron huella como Los Lobos, Los Dispersos, Los Sindulfos o Los RockCampers, este último equipo formado por Rubén Calvo, Héctor Miguel, Javi Miralles y Alfredo Mayo.
Los cuatro amigos, que se juntaron para ver si se llevaban "por lo menos mil euros cada uno", admitieron, pero, al final, el 8 de junio de 2016 se marcharon del programa de Antena 3 tras 67 entregas con 2.326.500 euros de premio.
Los RockCampers entraron en la historia de la televisión porque aquel día ganaron el importe más alto entregado nunca en un concurso de televisión... hasta que Los Lobos les superaron con sus casi siete millones de euros.
La despedida de '¡Boom!'
Los cuatro vivieron con tristeza la retirada de la parrilla del concurso que tantas alegrías les había dado para dejar su hueco al programa Y ahora, Sonsoles.
"Es raro que Antena 3 pase de ser la cadena de los grandes concursos, ya que han estado conviviendo Pasapalabra, ¡Ahora Caigo! y ¡Boom!, a ser algo totalmente distinto", comenta Javier.
Héctor, en cambio, señala que "en cierta manera es ley de vida, entiendo que las cosas tienen que tener su final". Su compañero Alfredo destaca que "era un programa que, aparte de entretener, enriquecía al espectador. Ha sido una pena que desaparezca".
"Seguíamos vinculados al programa, acudíamos a los especiales y teníamos mucha relación con el equipo, con Juanra y con otros concursantes, por eso sentí mucho que lo quitaran", asegura Rubén.
Su vida 7 años después
El dinero del premio no les hizo retirarse de la vida laboral y los cuatro siguen trabajando (les tocó unos 300.000 euros a cada uno), pero les sirvió de desahogo económico.
El proyecto del Rock Camp (de ahí su nombre) estaba en marcha antes de concursar y sigue estando activo, mejorado gracias a la inyección económica conseguida en ¡Boom! aquel mes de junio de 2016.
"Héctor y yo somos socios, tenemos una empresa que se llama Rock Camp y es un campamento de música moderna. Así que sigo con lo mismo que estaba antes del concurso", explica Javier.
Alfredo sigue trabajando como funcionario, como Rubén: "Antes del concurso era técnico de prevención de riesgos en el sector privado, que era el papel que desempeñaba yo dentro del campamento Rock Camp", afirma.
"Gracias al bote hice un Máster, trabajé un tiempo como profesor y me presenté a unas oposiciones que aprobé, sigo relacionado con la prevención de riesgos, pero ya desde el sector público y trabajo en el centro que tienen el INSST en Barakaldo en la parte de laboratorio", señala.
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