El periodista y criminólogo Nacho Abad ha participado este martes en el debate que el programa En boca de todos ha desarrollado a propósito de la sentencia italiana que sugiere que la muerte del cámara Mario Biondo habría sido por un caso de presunto homicidio, simulándose un suicidio.

El colaborador ha mostrado su desacuerdo con el juez italiano que lleva el caso, el cual señala que "los elementos que se extraen del expediente del Ministerio Público sugieren que Mario Biondo fue asesinado por manos desconocidas y posteriormente colocado en una posición capaz de simular un suicidio". Una hipótesis que coincide con la de la familia del marido de la presentadora Raquel Sánchez Silva.

La conclusión de la Justicia italiana no coincide con las tesis del fiscal ordinario, que en 2020 pidió el archivo de la causa sustentando la tesis del suicidio, y el del Ministerio Público, que primero tomó el expediente y, después, archivó dos veces la causa. 

A esto se suma que se ha rechazado la labor de los investigadores españoles: "En el momento del hallazgo del cadáver se deberían haber realizado actividades de investigación que no se realizaron", se ha subrayado, señalando que "las innumerables contradicciones contenidas en las declaraciones de la viuda de Biondo [Raquel Sánchez Silva]".

Esto ha provocado el enfado de Abad. "El juez dice que la policía española lo hizo mal, que el juez español lo hizo mal y que el médico forense español lo hizo mal. Me parece tan gratuito que un juez italiano teniendo reciente el caso de Amanda Knox en el que la justicia italiana patinó, ahora que nos den lecciones de justicia me molesta profundamente".

"Creo que la autopsia que determinó que era una muerte accidental estaba acreditada", ha apuntado, dando después de una información hasta el momento desconocida: "Yo estuve en casa de Raquel Sánchez Silva y de Mario Biondo horas después de que ocurriese. No lo había contado nunca, pero creo que ha llegado el momento. Estuve después de que estuviese la Policía. Se habían llevado el cuerpo y no vi ningún escenario de violencia".

El criminólogo ha explicado que "había muchas latas de cervezas y otras cosas que justificaban que podía tratarse de un accidente". "En un episodio autoerótico de limitación de oxígeno. Estuve varias horas en el escenario analizándolo todo y no había ningún signo de violencia", ha zanjado.