Jotha, Ana y Álex debieron enfrentarse a la prueba de eliminación de MasterChef durante la noche del lunes tras no superar los platos de sus compañeros en la prueba anterior. Los concursantes lucharon por una plaza en la semifinal del concurso. 

El objetivo de la prueba fue cocinar un postre con un edulcorante, promoviendo así una cocina saludable sin el uso de azúcar. Álex logró ser el mejor aspirante, con un plato que "podría estar en cualquier carta de un restaurante", según valoró Pepe Rodríguez. 

La expulsión quedó entre Jotha y Ana. El primero no logró añadirle la acidez suficiente a su tarta de limón, aunque no fue suficiente como para marcharse de las cocinas del programa. 

Lamentablemente, Ana se marchó cocinando su pasión: "Abandonar con un postre sería chungo, porque aquí he demostrado que lo mío es la repostería, y me rompería los esquemas". 

La expulsada no dudó en confiar en sus sueños al despedirse del concurso en el que llevaba seis años intentando entrar. "Sabéis cuál es mi pasión y la voy a seguir siguiendo fuerte", se despidió así del jurado y sus compañeros.