Este miércoles, la exministra Ione Belarra ha generado controversia en el Congreso de los Diputados al calificar a varios periodistas de "corruptos" y "mentirosos" durante su intervención. Esta acusación ha provocado una reacción tanto en la Cámara como en los medios de comunicación. En respuesta, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha decidido no retirar las palabras de Belarra del acta oficial, argumentando que dichos términos no constituían insultos cuando se dirigían a periodistas.
La decisión de Armengol ha sido criticada por Ana Rosa Quintana, que ha respondido enérgicamente en su programa TardeAR: "Se ha llevado la máquina del fango a la sede de la soberanía popular".
Quintana ha resaltado la aparente doble moral en la decisión de Armengol, señalando que términos como "mentiroso" sí son considerados insultos cuando van dirigidos al entorno gubernamental, pero no cuando afectan a la prensa.
"Se ve que para Armengol, la prensa no es una institución democrática y asume que haya que atar corto a los periodistas que ejercen la libertad de expresión citándolos con nombres y apellidos", ha afirmado. Además, también ha mencionado la falta de respuesta del presidente Pedro Sánchez ante estas acusaciones, interpretándolo como un apoyo tácito al señalamiento de los periodistas.
La periodista también ha cuestionado la demanda de Belarra por una nueva ley de transparencia, recordando que España ya cuenta con una normativa al respecto desde hace 11 años: "Precisamente el portal de Transparencia ha amonestado al Gobierno por ocultar datos de interés público".
“Me considero una profesional honesta y ni Ferreras ni Griso ni Motos ni yo lo debemos ser cuando no lo retiran del acta. Decía Umberto Eco que la máquina del fango se pone en marcha cuando ‘para deslegitimar a alguien basta con decir que ha hecho algo para crear una sospecha’. Desde la tribuna del Congreso nos acusan a los periodistas de mentir”, ha rematado.
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