Alaska compartió con Albert Espinosa un viaje muy emotivos durante la noche del martes en El camino a casa. La cantante y el guionista se adentraron en la infancia de Olvido, el nombre de pila de la artista.
Ambos se sentaron en un banco, en mitad del itinerario marcado, para recordar series tan icónicas como Flipper o La hormiga atómica, por los que Alaska mostró mucha emoción: "Estas cosas me dan la vida".
"¿Qué te gustaba el delfín o el niño?", preguntó inocentemente Espinosa. "Yo era de Flipper, los niños no me gustaron nunca. Yo era de animales", reconoció la intérprete de A quién le importa.
Eso sí, esto cambió cuando creció: "Ahora le tengo cariño a los niños, pero no quiero ser madre". Alaska fue sincera con los motivos, aunque lo expuso con gracia: "Yo tendría un parvulario para ir a verlos, jugar, malcriarlos, y se los devuelvo a sus padres para que los críen".
"A los niños hay que criarlos, y yo no estoy dispuesta", concluyó Alaska. Ambos siguieron el recorrido hasta llegar al punto álgido, donde se encontraron con la madre de Alaska y su amiga Puri.
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