Los signos de que tienes claustrofobia crónica como esta actriz de 'Juego de Tronos'

La claustrofobia es un miedo que en ocasiones aparece a lo largo de la vida y puede estar causado por experiencias que nos han dejado huella, como le sucede a esta actriz de 'Juego de Tronos', a quien las duras horas de rodaje dejaron marcas físicas y psicológicas.

Hannah Waddingham posando.
Hannah Waddingham posando.
Getty Images For SOLT
Hannah Waddingham posando.

Hay series que marcan a una generación de espectadores y otras que marcan paras siempre a los actores que forman parte del reparto, Juego de Tronos parece formar parte de ambas categorías, porque no solo fue un fenómeno entre sus seguidores, también ha dejado huella en quienes han participado en su grabación. Por lo menos ese es el caso de la actriz Hannah Waddingham, conocida también en España por su paso por la serie Ted Lasso. Tras su paso por la serie, ella tiene muchas anécdotas, gratos recuerdos y, también, claustrofobia crónica.

Era la propia actriz quien lo revelaba durante una entrevista en el programa estadounidense The Late Show with Stephen Colbert. “Juego de Tronos me dio algo que no esperaba, que fue una claustrofobia crónica. Fue horrible. Diez horas de haber sido sometida a la tortura del submarino”, explicaba la actriz sobre una de sus escenas más famosas en la serie. “Estaba atada a una mesa con todas estas correas de cuero. No podía levantar la cabeza porque pensé que sería demasiado obvio que estaba suelta”. Una escena impactante en la serie, pero con gran impacto también en su vida personal.

Claustrofobia crónica, qué es y los signos que avisan

Hannah Waddingham (izda) y Lena Headey en la icónica escena de 'Juego de Tronos'.
Hannah Waddingham (izda) y Lena Headey en  'Juego de Tronos'.
HBO

Claustrofobia es el nombre que recibe el miedo a los espacios cerrados, y es un trastorno de ansiedad. Quienes la padecen sienten un miedo intenso e incontrolable a los lugares cerrados, es un miedo a no tener control sobre uno mismo o perderlo, y no poder salir del lugar de manera voluntaria. El miedo no nace por las características del espacio, sino de los pensamientos irracionales que tiene la persona ante lo que se puede sufrir en ellos y de ahí surgen las sensaciones.

Existen diferentes niveles de intensidad en este trastorno y no todos son igual de incapacitantes, y se pueden señalar tres componentes fundamentales. Uno de ellos es el miedo a la restricción, es decir, la persona se siente atrapada, siente que no tiene salida, aunque sea un espacio que no supone un riesgo real para ellos. Algunas personas temen a todos los lugares reducidos, mientras que otros solo a uno concreto.

Otro es el miedo a la asfixia, a quedarse sin aire a causa del espacio limitado; esto les llega a producir una sensación de ansiedad y estrés tal que puede llegar a derivar en un ataque de pánico. El tercero de los componentes es el miedo a los movimientos limitados, una sensación que les puede sobrevenir incluso en espacios abiertos, pero que están abarrotados de personas, por ejemplo.

Además de los síntomas psicológicos como son la ansiedad, la pérdida de control, que pueden derivar en dificultad para respirar, o el miedo a morir, también se presenta con síntomas físicos. Los más habituales son sudoración, sobre todo en las manos, aceleración del pulso y taquicardia, náuseas, mareos e incluso desmayos, dolor en el pecho, temblores, ataques de pánico… también puede verse que algo no va bien por las conductas de evitación, por ejemplo acercándose a puertas y ventanas.

Las causas de la claustrofobia pueden ser muy variadas, desde experiencias traumáticas en la infancia, propias o ajenas, hasta componentes genéticos y predisposición.

Tratamientos para la claustrofobia

Si ninguno de estos trucos es suficiente, siempre puedes pedir ayuda profesional o realizar algún curso que te ayude con tu fobia. Seguro que con tiempo y dedicación consigues reducirlo al máximo.
La ayuda profesional es esencial para tratar una fobia.
Pixabay/RazorMax

La claustrofobia se puede abordar desde diferentes puntos, lo más habitual es la terapia conductual, que es bastante efectiva, que busca modificar las impresiones atribuidas a esas situaciones para que disminuya la ansiedad. También hay otras técnicas, como las terapias de exposición, donde el paciente se enfrenta poco a poco a las situaciones que le producen esa fobia. En algunos casos también se emplea medicación, como antidepresivos o ansiolíticos, para reducir los niveles de ansiedad.

En cualquier caso, el tratamiento (así como el diagnóstico) siempre le corresponde pautar a un profesional que pueda ayudar al paciente, nunca es recomendable probar este tipo de técnicas por nuestra cuenta y sin supervisión.

Referencias

Fobias específicas - Síntomas y causas - Mayo Clinic. (2023, 10 agosto). https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/specific-phobias/symptoms-causes/syc-20355156

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