La talasofobia es el miedo excesivo a las grandes masas de agua, sobre todo, al océano. De este modo, aquellas personas que sufren talasofobia presentan pensamientos irracionales y, con ello, ansiedad ante la presencia de este elemento concreto que es el océano o el mar. Así le explicaba Álvaro Morte a Pablo Motos su mayor fobia durante su visita a El Hormiguero. El actor visitó el programa de Atresmedia España para promocionar su nuevo trabajo internacional 'Inmaculate', una oportunidad en forma de película que le ha llegado tras cosechar el éxito con 'La Casa de Papel'.
La talasofobia tiene dos vertientes principalmente, tal y como explican desde el gabinete de psicología y psicoanálisis PsicoAbreu. Por un lado, las personas que tienen miedo a que una criatura marina o acuática pueda salir del fondo para atacarles. Por otro lado, las personas que tienen fobia a quedarse atrapadas en el agua, ya que piensan que se van a hundir o que no serán capaces de volver a la orilla.
Si experimentas estos síntomas es posible que tengas talasofobia
Entre los primeros síntomas que presenta una persona que tiene talasofobia está la ansiedad, la cual tiene lugar cuando se encuentra cerca de aguas profundas. La ansiedad acarrea la dificultad para respirar, sensación de mareo o presión en el pecho entre otras.
También algunas personas pueden llegar a sufrir un ataque de pánico o, en casos de mayor gravedad, la talasofobia puede provocar ansiedad sin necesidad de estar cerca del agua, solamente con pensar o ver una imagen del océano o del mar.
Por último, la persona con talasofobia presenta pensamientos obsesivos e irracionales y trata de evitar el contacto con el mar, lagos y otras acumulaciones de agua.
¿Se puede tratar la talasofobia?
No existe un tratamiento farmacológico como tal para evitar esta fobia. De hecho, el control y la gestión debe ser de la mano de un psicólogo que ayuda a superar ese miedo o al menos aprender a vivir con él. Sí que pueden existir medicamentos que ayuden a los episodios sintomatológicos como la ansiedad extrema, para que así no afecte a la calidad de vida del paciente.
En terapia y con ayuda de los expertos, es posible cambiar los pensamientos obsesivos por otros más adaptativos y realizar terapia de exposición progresiva, exponiendo cada vez más a la persona a situaciones en las que esté en contacto con el agua. Además, practicar ejercicio relajante que tenga como principal objetivo el control de la respiración podría ser de gran ayuda. Sería el caso de la meditación o el yoga.
Otras fobias en el agua: la hidrofobia
El miedo al agua es más común de lo que creemos. Esta hidrofobia nace como un sentimiento de rechazo irracional a todo lo que tenga que ver con la inmersión en el agua (sobre todo con profundidad) e incluso al estar en contacto con ella. Los síntomas son muy similares a otras fobias por lo que podemos encontrar: Hiperventilación, mareos, taquicardias, vómitos, sudoración, sensación de irrealidad y nervios.
Al igual que con la talasofobia el mejor tratamiento es una terapia de exposición con el fin de que ayude a la calidad de vida del paciente. Con la llegada de las nuevas tecnologías las personas con esta fobia pueden presentarse al terreno del miedo al exponerse al agua virtualmente.
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