Cuáles son los riesgos de la sinusitis y por qué es importante tratar esta enfermedad

La sinusitis puede causar una acumulación excesiva de mucosidad en los senos paranasales
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La sinusitis es una condición definida en base a la inflamación de los senos paranasales, que son las cavidades en el interior de la nariz. Esto provoca la secreción y acumulación de moco en el interior de los mismos, lo que a su vez puede ocasionar dificultades para respirar y dolor. Puede ser una patología aguda (puntual) o crónica.

Complicaciones de la sinusitis aguda

Se trata de un problema relativamente común, pero que puede llegar a revestir cierta gravedad y tener complicaciones importantes, además de poder ser un síntoma de infecciones y otras afecciones relevantes. Por ello, es muy importante acudir al médico siempre que se prolongue en el tiempo más allá de unos pocos días, si se vuelve recurrente o si va acompañada de otros síntomas preocupantes como fiebre persistente.

Las complicaciones que puede ocasionar la sinusitis dependen en buena medida de su carácter agudo o crónico, así como de la causa última que la esté desencadenando.

En el caso de la sinusitis aguda, es poco frecuente que cause problemas ulteriores, y aún menos que estos sean graves. No obstante, sí que es cierto que es posible que derive en una sinusitis recurrente (es decir, aquella en la que hay muchos brotes cortos separados por lapsos breves de tiempo) o crónica (aquella que persiste más allá de las doce semanas pese al tratamiento).  Igualmente puede provocar meningitis u otras infecciones (osteomielitis, celulitis, bronquitis...) con sus propias complicaciones y riesgos, cuando está causada por ciertas etiologías infecciosas.

Complicaciones de la sinusitis crónica

Las complicaciones de la sinusitis crónica son similares, pero el riesgo es algo mayor (eso sí, hay que aclarar que siguen siendo minoritarias y que el tratamiento de la afección suele ser eficaz para evitarlas).

Así, como decíamos, si la sinusitis es de naturaleza infecciosa (lo que sucede en la mayoría de los casos) la invasión puede extenderse a otros tejidos. Esto puede, a su vez, causar complicaciones como problemas de visión permanentes (cuando se infecta la cuenca ocular), meningitis o inflamación de las membranas y el líquido que rodean el cerebro (si la infección se traspasa al encéfalo), infecciones de los huesos (osteomielitis) o infecciones cutáneas graves. 

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