Según una reciente encuesta internacional realizada por la empresa especializada en bienestar sexual We-Vibe, el 40% de los padres prefiere esperar a que sus hijos y/o hijas tengan entre 12 y 14 años para abordar con ellos temas relacionados con la sexualidad.
Pero, ¿de qué hablan los progenitores con sus vástagos en estas conversaciones? El mismo estudio revela que temas como las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y los métodos anticonceptivos, se sitúan a la cabeza con un 61%, le sigue el consentimiento, los límites y el respeto (52%), las cuestiones de intimidad con la pareja (43%) y la pornografía y los contenidos sexuales (33%).
La franja comprendida entre los 12 y los 15 años resulta crucial no solo porque sea la preferida de los padres para tocar todos estos asuntos, sino porque recientes estudios como el elaborado por la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFiCC), adelanta la edad media de la primera relación sexual con penetración a los 13/14 años.
¿Cómo hablar con adolescentes de 12 a 15 años sobre sexualidad y masturbación? Según los expertos de We-Vibe esta etapa crucial del desarrollo es “un momento oportuno para proporcionar información precisa, abordar las preocupaciones y fomentar actitudes sanas hacia la sexualidad” y aconsejan a los padres “enfocar siempre la comunicación sin prejuicios cuando se traten temas como la privacidad, los fundamentos del consentimiento y las relaciones sanas”.
En su guía de recomendaciones elaborada para esta franja de edad, la experta en bienestar sexual Ana Lombardía resaltan siete consejos clave:
Hablar sobre la masturbación
La especialista recomienda introducir el tema de la masturbación de forma no prejuiciosa; explicando qué es y que además es normal: “Debes tener una actitud abierta. Comienza la conversación asegurando a tu hijo o hija que es natural y normal explorar su cuerpo en busca de placer. Hazle saber que puede confiar en ti para obtener información precisa y que el autoplacer no conlleva vergüenza ni culpabilidad. Edúcale sobre lo que implica la masturbación, utilizando un lenguaje apropiado para su edad. Haz hincapié en que se trata de una actividad privada y personal que implica tocar o estimular los propios genitales para obtener placer”.
También es importante subrayar que la masturbación es una parte normal y saludable del desarrollo sexual que les permite aprender sobre su cuerpo y comprender sus propios deseos y preferencias.
Destacar la importancia de los límites personales
La especialista explica que es importante hablar de la importancia de la intimidad y los límites personales cuando se trata de actividades sexuales, incluida la masturbación. “Enséñale que es importante realizar estas actividades en espacios privados, como el dormitorio o el cuarto de baño, para respetar sus propios límites y los de los demás. Refuerza la importancia de la intimidad para que se sientan seguros y cómodos explorando su sexualidad”, añade.
Hablar de las prácticas sexuales seguras
Hay que explicarles la importancia de protegerse de las infecciones de transmisión sexual (ITS) y de los embarazos no deseados, proporcionándoles información sobre preservativos, anticonceptivos y otras formas de protección y haciendo hincapié en que estos métodos son esenciales para mantener la salud sexual.
Hablar sobre las consecuencias emocionales
Otro tema de vital importancia es el de explicar a los preadolescentes que es fundamental estar emocionalmente preparado antes de participar en cualquier tipo de actividad sexual. Es decir, de las posibles complejidades emocionales que pueden surgir de las relaciones sexuales.
Animarle a hacer preguntas y buscar información
Aconsejarle que pregunte a sus padres siempre que tenga dudas o preocupaciones, haciendo hincapié en que son una fuente de información fiable y digna de confianza. Además, orientarles hacia otras fuentes fiables como libros, sitios web acreditados y profesionales sanitarios.
Reiterar la importancia del consentimiento
Enseñarles que el consentimiento es un proceso continuo, haciendo hincapié en la necesidad de una comunicación clara y un acuerdo mutuo en cualquier actividad sexual. “Refuerza la importancia del respeto, la comunicación y la igualdad en las relaciones afectivas y sexuales. Explica que el deseo y el consentimiento son cosas diferentes y deben coexistir para que se produzca una relación sexual sana”.
Explicarle que su cuerpo está cambiando
Que logre entender que estos cambios, aunque le parezcan extraños, son normales, saludables y forman parte de su desarrollo (aumento del tamaño de los pechos, el crecimiento del vello corporal, los cambios en la voz, etc.)
Por último, la experta añade: “Ten en cuenta que estas conversaciones deben ser recurrentes, deben adaptarse a las necesidades individuales y al nivel de madurez del hijo o hija. Al proporcionar información precisa, abordar las preocupaciones y hacer hincapié en todos estos temas, puedes hacer que tengan más información veraz para navegar adecuadamente por el sexo y la sexualidad”.
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